El segundo trimestre de este año fue de gran desempeño para la mayor parte de las economías de la región. Venezuela, con una tasa negativa, fue la de menor desempeño.
Mientras que Ecuador, aunque no se conoce todavía cuál será el resultado hasta junio, ya que el Banco Central dará a conocer la cifra en octubre, se estima que esta estará entre el 1y 2% según varios analistas. Para Fabián Carrillo, analista económico, si bien en estos meses ha habido una reactivación, no ayudará a superar el 2% de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Según el economista Fernando Bermeo, las medidas contracíclicas del Gobierno para enfrentar la crisis se tomaron a destiempo. “El año pasado ya se sabía que la crisis entró de lleno desde enero. Pero solo se adoptaron las medidas de ajuste después del segundo semestre. Por eso, la tardanza en que la economía repunte”.
Uno de esos casos de ajuste a tiempo fue el de Perú, por ejemplo, donde se puso énfasis a la atracción de inversión extranjera, con beneficios para quienes coloquen allí sus capitales. Además, el Gobierno impulsó fuertemente la producción nacional, debido a los nichos de mercado abiertos con la firma de múltiples tratados de libre comercio.
Fruto de ello, su economía empezó a crecer, hasta el punto que la manufactura, la industria y la construcción han sostenido las altas tasas de los dos últimos trimestres. Especialmente, se optó por dar mayor apoyo a la producción de textiles, industrias conexas al sector constructor (metales, cemento, etc.), la producción de harina y aceites de pescado, metales preciosos y no ferrosos y más.
Cosa similar ocurrió en Uruguay, donde su economía, basada principalmente en las exportaciones agropecuarias, logró sortear la crisis financiera internacional y se expandió un 2,9%, por encima de la meta oficial. Todo debido a una fuerte propuesta de masificación de exportaciones y de incentivos al consumo.
Brasil, que ha sido catalogado por los analistas como el nuevo “gigante” económico mundial, también optó por una apuesta fuerte hacia el consumo. Según Luciano Rostagno, estratega de CM Capital Markets, “el consumo ganó fuerza porque el mercado laboral está fuerte, la renta aumenta, y la industria ya no cae. Además, el Gobierno determinó incentivos para la producción para enfrentar la crisis”.
En el segundo trimestre de este año, la economía brasileña se desaceleró un poco debido a factores transitorios, como el fin del descuento del Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI) y la reducción del número de horas trabajadas en la Copa del Mundo, dice Cristiano Oliveira, economista jefe del Banco Safra.
Aunque Chile -usualmente acostumbrado a estar en la cúspide de los países que más crece- está sobre una tasa media de crecimiento regional, su caso es especial, ya que los gastos en los que ha tenido que incurrir el Gobierno para reconstruir el país después del terremoto de marzo han detenido un poco su expansión. Pese a ello, prevé crecer sobre el 4%.
Del otro lado de la moneda está Venezuela, que será la única economía que verá caer su Producto Interno Bruto (PIB) en este año.
Tras gozar de cinco años de una próspera bonanza petrolera que disparó el gasto público, Venezuela entró en recesión en el 2009 debido a que la crisis económica global derrumbó los precios del crudo, secó el ingreso de divisas al país y obligó al gobierno del presidente Hugo Chávez a devaluar el bolívar.
De forma similar, Ecuador continúa con su dependencia en los precios del petróleo y de una espiral de endeudamiento para corregir el déficit presupuestario, lo que no augura un mayor crecimiento. Así lo asegura Francisca Aguirre, ingeniera en Relaciones Internacionales, quien proyecta que en este año el Ecuador no crecerá más allá del 3%.