Nuevo récord del precio del oro, caída del petróleo en Europa, subida del petróleo en EE.UU., un subibaja de las bolsas mundiales, recortes de crecimiento para Brasil, posible mejora en la calificación para Bolivia, reuniones urgentes por aquí y por allá.
Así empezó la semana económica en el mundo, evidenciando que la volatilidad de los mercados será nuevamente la tendencia durante los próximos días.
La Bolsa de Nueva York terminó en leve alza (0,34%), con los inversores manteniendo la prudencia antes del discurso del Presidente de la Reserva Federal, el viernes próximo, para anunciar medidas que reactiven la economía.
Las plazas latinoamericanas terminaron mixtas: Sao Paulo cerró estable, pese a que el Banco Central de Brasil dijo que los sondeos apuntan a un menor crecimiento este año. México y Bogotá subieron y Santiago cayó 0,41%.
La calificadora Standard and Poor’s dijo ayer que podría aumentar la calificación crediticia de Bolivia si los recientes planes de inversión en proyectos de gas y petróleo se traducen un mayor crecimiento económico en los próximos tres a cinco años.
En Europa, los inversores parecían haber recuperado el interés por el riesgo. Después de haber abierto con pérdidas, las bolsas europeas, con excepción de Fráncfort, cerraron con ganancias, gracias al sector energético que se benefició de la situación en Libia.
De hecho, los precios del petróleo terminaron en fuerte alza en Nueva York, mientras que bajaron en Londres, por especulaciones sobre un retorno del crudo libio al mercado europeo.
El barril de West Texas Intermediate, de referencia para Ecuador, terminó en USD 84,12, en alza de 1,86 en relación al viernes.
En cambio, el barril del crudo Brent cedió 26 centavos y cerró en USD 108,36. “ La brecha entre el Brent y los precios en Nueva York se reduce”, constató Bart Melek, de TD Securities.
Según el analista, dos factores llevan a los operadores del mercado petrolero a abandonar el mercado europeo en beneficio de la plaza neoyorquina: “el anuncio de que las hostilidades podrían llegar a su fin en Libia” y “las expectativas de medidas de la Reserva Federal” estadounidense.
Pero en el fondo, el mercado no ha cambiado desde la semana pasada y sigue manteniéndose la incertidumbre, dijo la analista española Nuria Álvarez Añibarro.
La nota tranquilizadora vino ayer de Berlín, donde el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, aseguró que no había señales de recesión visibles en Alemania, por lo que el PIB debería terminar el año con un crecimiento del 3%.
Pese a lo anterior, la incertidumbre sobre una posible crisis económica se mantuvo ayer, reflejándose en el oro, cuyo precio acarició por primera vez en su historia los USD 1 900 por onza.