El balance económico del primer semestre del 2012 es tan positivo como lo ha sido el precio del barril de petróleo.
Los ingresos petroleros tienen un impacto importante en las exportaciones, en el Presupuesto del Estado, la inversión pública, la liquidez de la economía, los depósitos de los bancos, el crédito del sistema financiero, el consumo de los hogares, la recaudación de impuestos, etc.
La relación entre el precio del petróleo y el crecimiento económico ha sido directa, no solo en este Gobierno, sino en la historia del país durante las últimas cuatro décadas.
El ‘boom’ petrolero de los años setenta, cuando el precio del petróleo comenzó en USD 2,5 y llegó a niveles de USD 40 por barril, disparó los niveles de inversión, consumo y crecimiento en aquella época. Algo similar ha ocurrido en el período 2007-2011. Y ha continuado, incluso con mayor fuerza, en el primer semestre del presente año.
Entre enero y junio del 2012, el precio promedio del crudo ecuatoriano ha sido de USD 100 por barril.
Lo anterior explica el crecimiento económico del 4,8% en el primer trimestre y las mayores recaudaciones de impuestos hasta mayo. La liquidez que ha dejado el petróleo en estos seis meses ha permitido que las empresas vendan y paguen impuestos, que la gente consuma, que el Gobierno invierta, etc.
Para el resto del año, el precio del crudo rondaría los USD 80. Aunque sigue alto, ya no alcanza y el Régimen limitó las importaciones y pidió al IESS que aceptara bonos en lugar de efectivo.