Entrevista a David M. Beasley, Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Entrevista a David M. Beasley, Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos. Tiene un doctorado en Jurisprudencia por la U. de Carolina del Sur. Ha colaborado con líderes en más de 100 países en proyectos para promover la paz y el progreso. Fue Gobernador de Carolina del Sur.
¿Cómo está impactando la pandemia en la seguridad alimentaria?
Debido a la crisis generada por el covid-19, millones de personas serán empujadas aún más a la pobreza y al hambre. En el mundo, la cifra llegaría a 270 millones de personas en este año, quienes padecerán hambre.
¿Cuál es la proyección de esas cifras para América Latina?
En la región se registraban 4,3 millones de personas en situación de hambre en el 2019. Esa cifra subirá a 16 millones de personas en este año; es decir, alrededor de 11 millones de personas adicionales en la región no podrán satisfacer sus necesidades alimentarias básicas tanto en cantidad como en variedad.
¿Cómo está la región respecto de otras zonas del mundo?
Cuando se habla de inseguridad alimentaria se piensa en zonas de Medio Oriente, de África, en países de Asia, pero no ponen atención a América Latina. Con el covid-19 hubo un incremento muy grande en las cifras de inseguridad alimentaria. De hecho, Latinoamérica es la región donde más crecerá el hambre en el mundo, con un 269% de incremento. Es una noticia impactante, nadie lo esperaba. Hay que hacerle saber al mundo lo que está pasando en la región.
¿Cuáles son los sectores más expuestos?
Es un tema que está alrededor del mundo, pero ahora vemos una mayor necesidad en Sudamérica porque la región tiene un alto número de personas que están sin trabajo o en la informalidad, un gran número de migrantes que está entrando a un estado severo de inseguridad alimentaria. Además, el covid-19 está afectando los ingresos de las familias, está devastando a la economía y no solo al tema de la salud. En cuanto a los migrantes, existen
500 000 en la región; de ellos, 120 000 en Ecuador. Además hubo un impacto económico por la caída de precios del crudo que ha afectado a Ecuador, Colombia y otros países. Entonces, se está dando una tormenta perfecta. Estamos en un serio problema y se está llegando a un problema sustancial de inseguridad alimentaria. Por eso, se necesita de apoyo no solo en las áreas rurales, sino urbanas.
¿Cuál es la cifra para Ecuador?
Alrededor de un millón de personas en situación de inseguridad alimentaria.
¿Cómo está el país respondiendo a esta problemática?
En Ecuador, los migrantes están pasando dificultades debido al impacto económico del covid-19. Nosotros trabajaremos con el Gobierno ecuatoriano para ayudar a las personas vulnerables, ya sean migrantes, niños en edad escolar, pequeños agricultores.
¿Qué soporte puede dar el Programa Mundial de Alimentos para que Ecuador enfrente este problema?
El Depósito de Respuesta Humanitaria de las Naciones Unidas en Panamá (UNHRD) ha sido designado por su administrador, el Programa Mundial de Alimentos, como centro de acopio para responder al covid-19 en la región. Desde aquí, UNHRD ha despachado más de 83 toneladas métricas de suministros a 28 países de la región, incluyendo kits covid-19 (guantes, máscaras, batas de hospital, etc.). Dada la suspensión de vuelos comerciales a nivel global, el depósito tiene un rol mucho más importante en esta pandemia.
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