Diego Llosa Velásquez es magíster en Asuntos Internacionales de la Universidad de Columbia y licenciado en Economía. Desde el 2020 es viceministro de Comercio Exterior del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) de Perú; antes ha liderado la Dirección General de Políticas de Desarrollo de Comercio Exterior en la misma entidad.
Ecuador habla de ir hacia un acuerdo con China. ¿Cuál es el balance que hace de estos años del tratado comercial que tiene Perú con ese país asiático?
El tratado entró en vigencia en marzo del 2010; es decir, tenemos este acuerdo ya 11 años y definitivamente ha contribuido de manera sustancial al crecimiento del comercio bilateral. China es hoy nuestro principal socio comercial e importante destino, tanto de productos tradicionales como no tradicionales. El comercio bilateral se ha duplicado. En el 2010 alcanzaba USD 10 000 millones y antes de la pandemia, en el 2019, se logró un récord histórico de USD 23 000 millones.
¿Cuál es el desempeño de las exportaciones?
La tasa de crecimiento anual desde la puesta en vigencia del acuerdo ha sido de 11,6% para los productos tradicionales, principalmente mineros y pesca tradicional; como de las exportaciones no tradicionales, donde destacan las agro exportaciones, con una tasa anual de crecimiento del 28%.
¿Estos sectores ya exportaban antes o lo hicieron a raíz del acuerdo?
Desde la entrada en vigencia del acuerdo ha habido un incremento importante en los productos y en nuevos exportadores hacia el mercado chino. A escala de exportadores, hemos tenido un aumento importante en el registro de nuevas empresas exportadoras. Desde el 2010, unas 1 500 empresas nuevas interesadas empezaron a exportar a este destino; de ellas, el 75% es micro y pequeñas.
¿Y en productos?
Casi 800 nuevos productos se empezaron a exportar desde el 2010, de estos el 96% pertenece al sector no tradicional, aquí destacan las exportaciones del sector metalmecánico, químico y textil. Además, que China es un importante destino para productos agrícolas como arándanos y pesqueros como jibias, calamares y langostinos.
Un gran temor con China es no ser lo suficientemente competitivos, ¿cómo ve ese argumento?
Como todo proceso de integración comercial, un acuerdo permite inyectar competitividad en general en la economía. Por un lado, a los exportadores para poder competir en un mercado tan grande. Y, por otro, de las importaciones chinas en el Perú, particularmente resaltando el crecimiento del ingreso de bienes de capital, materiales de construcción, insumos y productos intermedios que permiten a los productores peruanos acceder a insumos a mejores precios y variados.
Otro temor es que se disparen las importaciones. ¿Qué pasó en Perú?
En importaciones, la tasa de crecimiento promedio anual desde el 2010 en materias primas y productos intermedios es de 14%; en bienes de consumo, 12%; y en bienes de capital y materiales de construcción, 10%.
¿Qué considera que no ha sido tan beneficioso para el Perú con la vigencia del acuerdo?
En los acuerdos comerciales buscamos que respondan a los intereses del país y sea un acuerdo de mutuo beneficio. El reto para el Perú es poder trabajar en la competitividad de sus sectores productivos para que puedan apostar por la internacionalización a China u otros mercados o para poder competir con los productos chinos que entran al mercado nacional.
¿Qué tan abierta fue China para negociar los sectores sensibles de Perú?
Las negociaciones requirieron una coordinación muy estrecha entre diferentes entidades del Gobierno peruano. Antes del aspecto oficial de las negociaciones se realizó un estudio de factibilidad para identificar las oportunidades, así como las sensibilidades que se pudiesen dar a raíz de la negociación del acuerdo comercial. En ese marco, el acuerdo comercial ha buscado recoger, tanto los intereses de los exportadores como de las sensibilidades que se podrían dar en algunas áreas. Con los demás sectores públicos y las consultas permanentes con el sector privado se pudo negociar los capítulos referidos a acceso a mercados, reglas de origen, balanza comercial, medidas sanitarias y fitosanitarias.
¿Cuáles son los sectores sensibles y cómo están actualmente?
La industria ligera (textil, confecciones y calzado) fue excluida del proceso de desgravación arancelaria y, en ese sentido, las importaciones chinas que ingresan al mercado peruano de estas industrias se les aplica el tratamiento de nación más favorecida; es decir, el arancel que se aplica a cualquier socio no preferencial peruano, que en el caso peruano está en los niveles de 0, 6 u 11% de arancel.
¿Cómo se proyecta su relación con China?
En el 2020, las exportaciones al mercado chino no tuvieron el comportamiento esperado. Pero en el primer semestre del 2021, las exportaciones peruanas a ese destino crecieron 95% principalmente por la venta de productos pesqueros y mineros. También, sobresale la agroexportación que creció 30% por mayores ventas de café, quinua, frutas, paltas y mandarinas. Para aprovechar aún más el relacionamiento con China hay que avanzar en este proceso de optimización del TLC que está en curso.
¿Qué recomendaciones daría al Gobierno ecuatoriano para una negociación con China?
China es nuestro principal socio comercial, principal fuente de inversiones. El TLC ha contribuido a ello, porque es el instrumento jurídico que permite reglas claras en un marco transparente y previsible. Es importante que en el proceso de negociación se pueda hacer un análisis muy detallado de la oferta exportable y la canasta productiva para que puedan llegar a la mesa sus intereses convencidos y defensivos, y alcanzar un acuerdo ganar-ganar.