Diana Espín es directora de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador.
¿Qué efecto tuvo la pandemia en la avicultura?
Inicialmente fue un impacto grande, con enormes pérdidas. El sector avícola vende un 40% de su producción en pie; es decir, pollos o gallinas vivas. Un 30% de esa parte de la producción fue impactada, especialmente en las primeras cinco semanas de la pandemia, pues muchas actividades se suspendieron como las ferias. Y, hoteles, restaurantes y locales de comida rápida dejaron de funcionar, por lo que el producto no tenía a dónde llegar. El sector donó una parte de la producción y otra parte fue faenada y almacenada, aunque no todas las firmas tienen estas facilidades. En otros casos, se sacrificaron pollitos bebé y otros huevos no fueron incubados para evitar gastos de alimentación. Hubo una reprogramación para bajar la producción. El sector cerró el 2020 con una caída del 20% en la producción de carne. Los negocios pequeños quebraron.
¿Cómo impactó al pandemia al consumidor?
El consumo per cápita de carne de pollo bajó del 31 kilos por persona al año a 27. La pandemia tuvo un impacto económico en la demanda del consumidor, las personas perdieron su empleo. Quien antes compraba dos pollos, ahora compra uno, o prefirió comprar huevos.
Fue un sector ganador.
La producción de huevo tuvo un buen momento, inicialmente incluso faltaba este alimento. El precio subió.
¿Cómo hizo la industria para reaccionar a esos cambios y desafíos?
Un plus fue que el sector nunca paró. Hubo un trabajo de coordinación del gremio con las autoridades para facilitar la logística, tema de salvoconductos (…). También hubo apoyo entre empresas para facilitar procesos de faenamiento a las que no tenían esa facilidad o cuartos fríos.
¿Qué estrategias ha implementado la industria?
Descuentos en el precio. Las personas que compran en percha, en los supermercados grandes no se siente mucho esa caída de precio, pero en tercenas de barrio sí. Otra estrategia fue, por ejemplo, vender pavo despresado, algo que no se veía . En pollo, hay opciones por porciones; de 250 gramos, solo pechugas, solo pierna. Y el gran objetivo siempre va a ser exportar. Ahí estamos haciendo un trabajo fuerte para declararnos como país libre de enfermedades como la gripe aviar. Otro desafío son los costos, porque la materia prima en el país, el maíz, es 50% más cara que en Perú o Colombia y, cuando hay especulación, hasta 100% más costosos.