Devaluaciones por doquier

Argentina y Venezuela dejaron a un lado sus ofertas de estabilidad cambiaria y devaluaron sus monedas. Ambos, con las mayores tasas de inflación de la región, aflojaron el control político del tipo de cambio para evitar un desplome mayor de sus reservas internacionales.

La devaluación en Argentina (13,9% en un solo día) fue la más alta desde 2002, dejando al dólar en casi 8 pesos. Venezuela se declaró incapaz de sostener el tipo de cambio oficial de 6,40 por dólar y optó por una devaluación encubierta, al poner en 11,30 bolívares el cambio oficial para importaciones no prioritarias y turismo, o sea una devaluación indirecta del 12%.

En la región hay otros ejemplos, menos dramáticos, pero que evidencian una tendencia; las monedas de Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay se han depreciado desde inicios de año, unas más que otras.

Dos factores explican esta situación: la recuperación económica en EE.UU., que vuelve más fuerte al dólar, y la caída de los precios de las materias primas, que debilita las economías de A. Latina. En este escenario, los países dolarizados como Ecuador pierden competitividad, y si venden materias primas, peor.

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