El presidente Rafael Correa junto a su homólogo chino chino, Xi Jinping firmaron 9 acuerdos de cooperación en materia de ciencia, educación y supresión de visas para pasaportes ordinarios para ambos países, el 7 de enero del 2015. Foto: Presidencia de la República
El millonario crédito que recibió Ecuador de China, en enero pasado, y que está atado a una venta de petróleo de cinco años aumentó las obligaciones del Ecuador con ese país.
Tras un año de espera, intensas negociaciones y viajes al país asiático, el Ministerio de Finanzas anunció el 22 de enero de este año, en un comunicado, que el Ecuador concretó un préstamo de USD 970 millones, a cinco años plazo, con el Industrial and Commercial Bank of China (ICBC).
De esos, USD 820 millones ya ingresaron al Presupuesto estatal en febrero.
Con ello, el saldo de la deuda con China cerró el mes pasado en USD 6 395 millones, que representa el 18% de la deuda pública total del país y que alcanzó USD 34 343 millones.
El valor pendiente con China es 900 veces más grande que lo adeudado por Ecuador a ese país en el 2007 que fue de USD 7,1 millones.
Aunque no se conocen todos los detalles de la operación con el ICBC, lo que está claro es que no se trata de una venta anticipada de crudo, según se desprende de la ejecución presupuestaria disponible en el Ministerio de Finanzas.
El titular de esta Cartera, Fausto Herrera, dijo en diciembre pasado que no habría más ventas anticipadas de crudo en este año, porque quería dejar las cuentas saneadas para el próximo gobierno.
No obstante, el crédito obtenido con el ICBC sí está atado a una venta de petróleo.
El socio de Fabara & Compañía, Diego Ramírez, quien actuó como abogado externo de ICBC para el crédito firmado con el Gobierno ecuatoriano, confirmó que se trata de un préstamo “relacionado con compraventa de petróleo”.
El abogado detalló que este tipo de operaciones se denomina internacionalmente como “facilidad petrolera”.
Petroecuador confirmó, vía correo, que el 22 de enero del 2016 suscribió un contrato comercial con PetroChina para la compraventa de petróleo crudo Oriente y Napo.
El contrato tiene “una vigencia aproximada de cinco años” y contempla una provisión de 76,32 millones de barriles. Los ingresos que se generen de esa venta de crudo irán de Petroecuador a la cuenta única del tesoro, dijo la estatal.
El registro del dinero
Finanzas lo anunció como “préstamo” e incluso consta como tal en el boletín de deuda a febrero publicado en el Ministerio de Finanzas en su web.
Sin embargo, los USD 820 millones fueron registrados en la cuenta denominada Transferencias y Donaciones de Capital y no en la de Financiamiento Público, donde se contabilizan los ingresos por la venta de títulos valores emitidos por entidades del sector público, así como los créditos contratados dentro y fuera del país. Esto de desprende del detalle de la ejecución presupuestaria de febrero pasado, al que accedió este Diario.
En la cuenta Transferencias y Donaciones de Capital se registran ingresos no permanentes, por lo general petroleros.
Para este año se había proyectado inicialmente USD 634 millones en esta cuenta. No obstante, hasta el 17 de marzo del presente año ya ingresaron 1 148 millones, según la página web de Finanzas. En esa cuenta, los USD 820 millones de China constan como ingreso de “empresas públicas”, según el detalle presupuestario al que accedió este Diario.
Consultado sobre las causas de este incremento, ya que el Estado no había contemplado recibir ingresos petroleros debido a la baja del precio del crudo, el 8 de marzo Herrera dijo: “puede ser venta de activos”, sin dar más detalles.
Jaime Carrera, titular del Observatorio de Política Fiscal, cree que se estaría registrando erróneamente este rubro en el presupuesto y que la consecuencia es que, al hacerlo así, el déficit (los ingresos no cubren los gastos) termina siendo poco real.
El experto cree que todo préstamo debe estar registrado como financiamiento. Según dijo, preocupa también que los recursos de la venta de petróleo a Petrochina pasen de Petroecuador a la cuenta del tesoro, pues con esto se podría reducir el monto de recursos e inversiones de la estatal petrolera ecuatoriana.
China ganó terreno como acreedor, luego de que en 2008 se cerraran las fuentes de financiamiento para Ecuador.