Deterioro en el sector externo

El hueco se está ampliando y todo apunta a que el país terminará este año con el mayor déficit de balanza comercial no petrolera que haya registrado en su historia.

Hasta octubre pasado, esa diferencia entre exportaciones e importaciones no petroleras llegó a -USD 6 875 millones y al cerrar el año bordeará los -8 000 millones.

Los altos precios del petróleo, que promediaron USD 95 por barril en los primeros 10 meses del año -otro récord histórico-, han cubierto los desequilibrios en el sector externo, inyectando dinero en el mercado para mover a la economía. Incluso han permitido que la economía crezca, empujada por el mayor consumo de los hogares, que sigue demandando más bienes nacionales e importados.

Por eso es poco probable que el freno a las importaciones, a través de impuestos o licencias , tenga resultados.

El Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) no lo ha logrado desde el 2008 y el aumento de este tributo tampoco lo hará. La demanda interna se mantiene al alza y la producción nacional no es suficiente

Además, la importación de bienes de consumo, que se intenta frenar con este impuesto, representa el 20% de las importaciones. El grueso está en las compras de materias primas, bienes de capital y combustibles. Estos últimos, que se han duplicado durante este Gobierno, superan a las importaciones de bienes de consumo, altamente criticadas por el Régimen.

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