La demanda por bonos de deuda de Estados Unidos se incrementó en agosto pese a la degradación de la calificación de la deuda soberana del país, con China manteniéndose como el mayor tenedor de papeles estadounidenses.
Las compras desde el extranjero alcanzaron 57 900 millones de dólares, seis veces más que el mes anterior, a pesar de la rebaja de la nota norteamericana por Standard & Poor’s a inicios de agosto.
Los gobiernos asiáticos que poseen deuda estadounidense vendieron bonos tras el anuncio de Standard & Poor’s. China se deshizo de más de 3% de sus bonos estadounidenses a 1,137 billones.
Por su parte, Japón y algunos países europeos procedieron en sentido contrario, comprando deuda estadounidense: Tokio incrementó su tenencia en 2,4% y Gran Bretaña en 12,4%.