Redacción Guayaquil
Las nuevas regulaciones para controlar la liquidez de la banca mantienen preocupados a los socios de la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG). Ayer, durante dos horas y media, se reunieron los socios de la Cámara con el presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE), César Robalino, para analizar los efectos de las medidas y los escenarios que se manejan en el corto plazo.
Robalino contó que hay una debilidad de la demanda de créditos en el mercado porque la economía no crece y los sectores productivos siguen con incertidumbres. “Los bancos están con mucha liquidez y solvencia pero tampoco pueden estar prestando si la demanda está débil”.
Según los reportes de la Superintendencia de Bancos, los créditos que la banca entregó hasta el 17 de marzo pasado sumaron USD 9 292,5 millones. Hasta el 31 de diciembre del 2009 los bancos desembolsaron USD 9 453,7 millones. Es decir se redujo apenas el 1,7% en 76 días. Mientras que en ese mismo lapso los depósitos de los clientes pasaron de USD 14 036,1 a 14 242,8 millones, que significó un crecimiento del 1,5%.
María Gloria Alarcón, presidenta de la CCG, dijo que si la banca está limitada en su liquidez se afectará más a la empresa privada porque cada vez necesita más financiamiento y estabilidad. “Sabemos que la banca está muy liquida pero el problema se origina por la falta de condiciones para invertir en las empresas. No hay seguridad jurídica, no hay flexibilidad laboral y se cambian cada rato las reformas tributarias”.
Según Alarcón entre diciembre del 2008 y 2009 se quedaron sin empleos más de 190 000 personas. “Muchas empresas se salieron del negocio por el incremento de los aranceles y ya nadie quiere invertir en el país y prefieren países como Colombia y Perú”.
Robalino sostuvo que la banca ha reactivado los negocios de la titularización de los créditos hipotecarios, de consumo y de vivienda para generar ganancias. “La banca está lista para prestar solo falta la seguridad”.