La ministra de Finanzas, María Elsa Viteri, logró -según ella- lo que tanto se había dudado durante los primeros meses del año: cubrir las necesidades de financiamiento por USD 4 124 millones.
Así lo anunció la semana pasada, señalando que “trabaja en silencio pero con hechos concretos. No es teoría esto de los recursos que financiarán el Presupuesto. Hemos sobrepasado las metas que nos propusimos”.
Sin embargo, tras el desglose que hizo de los rubros que cubrirán la brecha, quedó una sensación de que, efectivamente, todo continúa en el papel y nada más.Así, según la Ministra, USD 1 310 millones ingresarán por préstamos externos de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); USD 1 550 millones entrarán como parte de una operación de venta de bonos del Estado al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS); USD 1 800 millones serán generados como ahorro interno, entre ellos por el excedente del precio del barril de crudo que ha sobrepasado, en promedio en este año, en USD 5 a lo presupuestado (USD 65); y, finalmente, por USD 1 350 millones de una mayor recaudación durante este año.
Y visto así, al menos este año el flujo monetario no tendría problemas, pero como la misma Ministra dijo, “ojalá y Dios quiera que no se caigan los precios del petróleo, porque ahí sí tendremos que ver otras estrategias”.
Entonces el panorama, nuevamente, no es del todo claro. ¿Con qué cuenta exactamente ahora el país? Ver recuadros.
El precio es una ruleta rusa
Desde que el Ecuador ingresó en la era petrolera, en la década del setenta, la economía ha estado anclada a los vaivenes de los precios internacionales del crudo.
Para el analista Christian Silva, cada vez que el país calcula el precio del barril de crudo para su Presupuesto, la valoración es una ruleta rusa. “Seguimos viviendo ya cuatro décadas atados a lo que pase en el mercado internacional. Y en el 2009, el 60% del total de nuestras exportaciones fueron petroleras. Eso evidencia nuestra vulnerabilidad externa”.
En los tres primeros meses, el Ecuador ha tenido la suerte de contar con USD 5 más en cada barril de crudo, respecto a lo presupuestado (USD 65). Eso ha significado un margen de ingresos que el Gobierno lo considera como ahorro interno y que estima se mantendrá en el año. Ese excedente, sin embargo, no es seguro y, tal como sucedió en el 2008, los precios pueden retroceder y, con ello, el Presupuesto se perjudica.
A eso, hay que sumar que la producción petrolera ha caído, por lo que, si por un lado ingresan más dólares por barril, por otro, el país tiene menos barriles para exportar y por ende menos ingresos.
El Fisco, más dependiente del IESS
Las inversiones que el IESS se comprometió a realizar en el sector público generan mas incertidumbres que certezas.
Para este año, en el plan de inversiones aprobado por el Consejo Directivo del IESS, se incluyen USD 1 095 millones en bonos más 220 millones en papeles de entes financieros públicos. Y si a esto se le suma la inversión en proyectos energéticos, la participación de las inversiones en lo público alcanza el 61,1% de todo el portafolio.
Esto rompe con el tradicional equilibrio del IESS de invertir 50% en el sector estatal y el 50% restante en el privado.
Y con un agravante, el Estado es el principal deudor del IESS, por pago de pensiones jubilares, atención médica más el déficit actuarial que aún no se define a cuánto ascenderá.
Ramiro González, titular del IESS, defiende que la inversión en el Estado es “la más segura” y que lo que ocurre es que “en el sector privado no se generan inversiones”. Y añade que su responsabilidad es que haya cero recursos en el Banco Central.
“Nosotros apoyamos proyectos petroleros e hidroeléctricos (públicos) rentables, donde los beneficios están en un fideicomiso, que da seguridades”.
Miguel Almeida, consultor financiero y ex director económico del IESS, no coincide con la argumentación de González.
Primero señala que cuando el IESS rompe con el equilibrio del 50/50 y pone los recursos en uno solo está cediendo el control y el poder de manejo de esas inversiones. “Esto rompe con uno de los postulados de Michael Porter (académico) de que si una empresa concentra sus inversiones en un cliente cae en sus manos”. Por eso, cree que la Superintendencia de Bancos deberá responder técnicamente por qué amplió el cupo del 50% al 75% de las inversiones en el sector público.
También cuestiona el hecho de que el Estado nunca quiebra, si fuera así “no hubiera habido la crisis financiera y el cambio de moneda en el país”.
Por otra parte, Almeida explica que cuando en el mercado hay más demandantes que oferentes, en este caso el IESS es el que debe incentivar a los sectores para que emitan títulos, a través del apoyo de elaboración de proyectos. También buscar sectores estratégicos productivos con las bolsas de valores.
“No es cuestión de dar créditos directos, porque no incentiva al mercado de valores secundario, que le permite hacer los papeles líquidos de inmediato”.
El desembolso es paulatino
Tanto el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como la Corporación Andina de Fomento (CAF) han aprobado una serie de desembolsos para el país, bajo la condición de que se los utilice en proyectos concretos de vivienda, vialidad e infraestructura.
Sin embargo, la totalidad de estos USD 1 350 millones aprobados por estos organismos internacionales no se concretarán de una sola vez, sino que se van entregando conforme se vayan ejecutando los poyectos. El ex ministro de Finanzas, Mauricio Pozo, afirmó que al firmar los convenios de crédito se determinan los plazos para los desembolsos, así como las fechas de pago, los años de gracia y las tasas de interés a los que se pagará el crédito.
Así, según la información del propio BID, en el caso de uno de los créditos por USD 100 millones otorgados para el “Programa nacional para infraestructura social de vivienda”, el organismo y el país acordaron que ese monto se entregue a lo largo de cuatro años. Según el detalle de los desembolsos, para este año se calcula entregar USD 25 millones.
Una situación similar ocurre con los otros préstamos.
La emisión de bonos avanza esta semana
Aunque la Ministra de Finanzas dio como un hecho que el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) adquiera USD 1 550 millones en emisiones de bonos del Estado, el Directorio del Seguro Social tiene otra cifra.
La Ministra aseguró que de los USD 1 095 millones previstos por el IESS para la compra de los bonos en este año habrá que negociar para extenderlos a USD 1 550 millones. “Esta semana hablaremos con el IESS. Trabajaremos en ello y esperemos concretar”.
Por lo tanto, contar con esos recursos todavía es una incógnita ya que depende aún de los diálogos. Y de las presiones de varios grupos como el de los afiliados.
Para el ex viceministro de Economía, Fabián Carrillo, la compra de bonos es un riesgo muy grande, “ya que es plata de los afiliados y de las empresas. Se está poniendo en riesgo la liquidez del Seguro”.
A esto hay que añadir que el Gobierno esquiva al pago de USD 700 millones que adeuda al IESS, lo que ha generado temores entre los afiliados, aunque Viteri pidió comprender que “hay un costo por la crisis”.
Pero afiliados como Aníbal Velasteguí están preocupados por el uso que se está dando a los recursos del Seguro. El viernes pasado dijo que se dirigía al IESS a retirar los fondos de reserva. “Prefiero tener la plata en mi poder, por si acaso”.
La recaudación supera el pronóstico
El rubro de recaudaciones tributarias es el que da esperanza a Finanzas. De seguir al alza, las metas podrían cumplirse. De hecho, el director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Carlos Marx Carrasco se planteó a inicios de año cunplir con la meta de USD 7 300 millones de ingresos que el Ministerio de Finanzas le solicitó.
Y en los tres primeros meses del año, su objetivo parece cumplirse y superarse. Las recaudaciones totales crecieron un 28,9%, con relación a lo logrado en el mismo período del año pasado. Eso significó USD 1 908 millones más para las arcas fiscales. Con ello, se sobrepasó en un 18,3% lo que el SRI había previsto, es decir un aporte adicional de USD 295,4 millones.
Si bien la Ministra está consciente de que en el primer trimestre “históricamente las recaudaciones son más altas que a lo largo del año”, calcula que sí podrá sumar los USD 1 350 millones adicionales para cubrir el déficit.
Esto, sin embargo, para el catedrático Fernando Vallejo, es una suposición imprecisa. “Sabemos que en los primeros meses del año las recaudaciones son más altas. Eso no significa que se mantendrán así durante todo el año. Ahora, claro que al paso que va sí se obtendrá un buen excedente, pero no creo que en la dimensión estimada. Calculo que será entre un 15% y un 20% menos de lo que dice la Ministra”.