Disminución de puestos de trabajo, caída de las ventas y mayores precios son algunos de los efectos que han tendido las restricciones a las importaciones, establecidas hace unos tres meses.
El pasado 15 de junio entraron en vigencia las resoluciones 66 y 67 del Comité de Comercio Exterior (Comex), estableciendo cupos, en volumen y en dólares, para la compra de vehículos y celulares, respectivamente. Asimismo, se incrementaron aranceles para más de 80 ítems como licores, televisiones, entre otros.
“Era lógico que se produzcan estas consecuencias. A través de las restricciones se logrará bajar el ritmo de crecimiento de las importaciones, pero cuando los mecanismos sean levantados volverán a subir”, señaló Alexis Valencia, ex viceministro de Comercio.
En el 2009, cuando se aplicaron medidas similares, las compras totales con relación al 2008 cayeron en 19,87%. Pero, para el 2010 crecieron en un 37%, según datos del Banco Central.
[[OBJECT]]La posibilidad de que se repita el panorama preocupa a los mismos importadores, que consideran que el Gobierno podría extender dichas restricciones o aplicar nuevas modalidades.
“El impacto no solo es para las firmas. Lo es para los trabajadores, pues no se puede sostener la nómina en estas condiciones, y para el consumidor, que debe pagar precios altos,”, dijo un importador que prefirió la reserva.
Menos empleo y venta de unidades
Hasta fines de año, el sector automotor, que genera 14 000 plazas de empleo directas e indirectas, prevé reducir 10% de su nómina, debido al impacto de la restricción, en número y monto, para importar autos.
Esa es la proyección que hace Gloria Navas, presidenta de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade). En algunos casos se ha generado una deserción “natural”, debido a que el personal no puede vender más unidades. En otras situaciones las firmas no tienen cómo renovar los contratos del personal de comercialización.
“Lo preocupante es que estas medidas seguirán hasta el 2014. Este año podremos salir porque teníamos cierto inventario y el Comex, mediante una nueva resolución, nos permitió traer las unidades pedidas bajo licencia. En los años siguientes con mismas reglas y sin ‘stock’ la situación será compleja. El impacto en ventas podría ser mayor”.
Para este año se calcula comercializar 17 000 unidades menos respecto al 2011, cuando se vendieron alrededor de 137 000 autos en el país.
Con relación a precios, los importadores de vehículos prefieren no dar cifras generales porque las estrategias de cada marca son diferentes. Apenas se anunciaron las medidas el sector dijo que el alza oscilaría entre 2 y 4%.
Esto impacta en el consumidor, pero también en una reducción de los puntos de venta. Al momento las marcas analizan si deben cerrar locales.
Una lucha contra el contrabando
La principal consecuencia de la fijación de un arancel de 1% más USD 0,25 por grado alcohólico a los licores ha sido la caída de las ventas.
La medida se aplicó desde el 15 de junio pasado y ha generado una reducción del 85% en las ventas de ron, whisky y vodka, durante el pasado agosto, según Felipe Cordovez, presidente de la Asociación de Importadores de Licores de Ecuador. Dijo que en julio registraron buenas ventas porque había reservas, pero al mes siguiente cayeron porque se quedaron sin inventario.
“Compraron todo y se terminó. Quedó el producto con nuevos precios. Solo en supermercado el alza de precios estuvo entre el 35 y el 320%. Además, este momento nos toca enfrentar con fuerza el contrabando, que sentimos que está aumentando”, dijo.
Esta aseveración se sostiene en el hecho de que durante el mes pasado ciertas empresas como Vinesa no han registrado ventas a las provincias fronterizas del país como El Oro y Loja, en el sur; y Carchi, en la zona norte.
Ello debido a que en los países vecinos la relación de precios es grande. Un whisky estándar, por ejemplo, cuesta USD 15 en Perú. Aquí está en 50. De ahí que la gente prefiere estos licores y deja de comprar al sector formal. Por las menores ventas, las firmas, particularmente del sector importador, han reducido su nómina de 1000 personas en un 5%. También bajó su presupuesto para mercadeo en 50%.
Los celulares son más costosos
Los efectos de la restricción de importaciones de celulares se refleja en celulares más caros, aumentos en los deducibles que cobran las aseguradoras, menos oferta y reducción de personal y ventas en los locales que los comercializan estos equipos.
En los teléfonos básicos, el incremento oscila entre el 5 y 10%. En cambio, en los ‘smartphones’ el precio subió hasta un 50%. Esto ha provocado una reducción en las ventas. En el local Mundo Celular, en el centro de Quito, las ventas de teléfonos básicos cayeron. Su propietario, Leonardo Chávez, cuenta que sus ventas se redujeron 53%. En agosto del 2011 comercializó 30 móviles y el mes pasado logró vender 14.
De igual manera, en un local ubicado en el CCNU, en el norte de Quito, su propietario indicó que ya no tiene teléfonos para vender porque su distribuidor también se quedó sin mercadería. En su negocio, que contaba con seis empleados, quedaron tres.
Jawer Garrido, comerciante de celulares, en cambio, cree que el incremento de precios es una oportunidad para potenciar la venta de accesorios.
Ahora, los mayores precios de los celulares se trasladaron a las aseguradoras. Por el robo de un iPhone, por ejemplo, antes se pagaba USD 200 por el deducible, ahora se cancela 400.
Medida impactó en un segmento
Para Andrés Mata, director ejecutivo de la Asociación de Almacenes de Electrodomésticos del Ecuador (Asadelec), el incremento de aranceles para productos como televisores y lavadoras no ha generado mayor impacto en este sector del país.
“No hemos tenido que reducir personal, no han caído las ventas. Lo que hemos hecho es optimizar recursos como seguridad, uso de luz eléctrica, transporte, repuestos, etc., para reducir gastos. Tampoco ha habido un aumento exagerado de precios, porque en un mercado competitivo no se puede”.
Los equipos de mayor tamaño, explicó, son los que más han subido de valor. Eso fue confirmado por comerciantes como Cecilia Cárdenas, propietaria de Electrodomésticos Zona Libre.
“La Smart Tv de 55 pulgadas, que es la más grande, pasó de USD 2 000 a USD 2 500. La LG de 42 pulgadas de USD 900 a USD 930. Las lavadoras también subieron en cerca de 30%”.
El incremento se siente en otros almacenes como Electrocentro. Una lavadora General Electric de 33 libras pasó de USD 480 a USD 540. La Whirpool de USD 560 a USD 590.
Este aumento, según dijeron los vendedores, no ha ahuyentado a los clientes. Ellos siguen llegando en el mismo número y las ventas se mantienen.