La tasa de desocupación de Ecuador durante la pandemia es una de las tres que más redujo en América Latina y El Caribe, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El organismo presentó este martes 1 de febrero de 2022 el nuevo informe Panorama Laboral, donde detalla la situación del mercado regional a casi dos años de la pandemia.
Según el reporte, la tasa de desocupación experimentó reducciones en 15 países de la región , con caídas en puntos porcentuales más significativas en Granada, Panamá y Ecuador.
Si bien se evidencia la recuperación del mercado laboral en la región entre 2021 y el 2020, el informe señala que el crecimiento registrado en el último año fue insuficiente para recuperar las cifras pre pandemia.
Es así que el escenario laboral registra una tasa de desocupación de 9,6% y la perspectiva de un aumento de la informalidad, donde uno de cada dos trabajadores está en esta situación.
“El panorama laboral es incierto, la persistencia de los contagios por la pandemia y la perspectiva de un crecimiento económico mediocre este año podrían prolongar la crisis del empleo hasta 2023 o incluso 2024”, dijo Vinícius Pinheiro, Director de la OIT para América Latina y el Caribe.
El experto agregó que “una crisis del empleo demasiado larga es preocupante porque genera desaliento y frustración, lo que a su vez repercute sobre la estabilidad social y la gobernabilidad”.
Empleos perdidos y no recuperados, desempleo e informalidad
La nueva edición del Panorama Laboral de América Latina y el Caribe ofrece una mirada a la peor crisis del empleo registrada desde que este que este informe anual de la Oficina Regional de la OIT comenzó a publicarse en 1994.
El documento argumenta que la fuerte recuperación económica registrada en 2021, con un crecimiento superior al 6% no fue suficiente para recuperar los empleos perdidos. De los 49 millones de puestos de trabajo que se habían perdido en el peor momento de la crisis por la pandemia en el segundo trimestre de 2020, aún faltan por recuperar 4,5 millones. Cerca de 4 millones corresponden a personas que se han incorporado a las filas del desempleo por
la crisis de la pandemia.
La OIT destaca que el pronóstico de un crecimiento económico mucho más bajo en 2022, apenas por encima de 2%, es un indicio claro que a la región le costará más tiempo salir de la crisis por el covid-19. En ese sentido, estima que, al comenzar este año, hay unas 28 millones de personas que buscan ocupación sin encontrarla.
En estas condiciones, y considerando la persistencia de la pandemia, la proyección es que la tasa de desocupación este año podría bajar entre 0,2 o 0,3 puntos porcentuales, manteniéndose por encima de 9%. Esto sería insuficiente para regresar a 2019 cuando, de todas maneras, la situación del mercado laboral distaba de ser positiva en una región que ya estaba entrampada en un escenario de crecimiento lento, con baja productividad y altos niveles de informalidad y desigualdad, dice la OIT.
“En América Latina y el Caribe la pandemia tuvo un impacto más severo por causa de ‘comorbilidades sociales’ como informalidad y desigualdad”, explicó Pinheiro. Agregó que cuando comenzó la crisis “contribuyeron a la pérdida de empleos y de ingresos, sin regímenes de protección social adecuados para sostener a las personas en un momento tan difícil”.
El informe de OIT también destaca que, tras el inicio de la pandemia, la crisis se manifestó de manera atípica. En vez de afectar más a las ocupaciones formales, existió una pérdida mayor de empleos en informalidad que dejaron a millones de personas sin ingresos. En algunos países, la tasa de informalidad incluso se redujo. Pero desde entonces la situación se ha revertido.
Los países con datos disponibles indican que entre 60 y 80% de los empleos recuperados hasta el tercer trimestre de 2021 habían sido en condiciones de informalidad.
La tasa ya es de 49%, similar a la que había antes de la pandemia, e indica que uno de cada dos personas ocupadas están en la informalidad, como en el caso de Ecuador, donde el 50,6% de personas con empleo se encontraban en el sector informal de la economía hasta diciembre pasado.
Recuperación laboral inexistente para las mujeres y jóvenes
El informe también destaca que en el caso de las mujeres, la tasa de desocupación se mantiene elevada en 12,4% desde 2020; es decir, no ha experimentado ninguna mejoría en 2021, lo cual contribuye a amplificar el impacto de la crisis sobre la desigualdad de género en el trabajo.
“El impacto más intenso entre las mujeres en la región se asocia a la mayor presencia femenina en sectores económicos fuertemente afectados por la crisis como hotelería y restaurantes, y en otras actividades de servicios y del sector de hogares. Por otro, a la mayor incidencia de la informalidad entre las mujeres”, dice el informe.
La tasa de desocupación juvenil continúa siendo preocupante en la región y se mantiene a niveles sin precedentes, alerta la OIT. Antes de la pandemia rondaba 18% y ya era considerada demasiado elevada. Pero con esta crisis rápidamente alcanzó el 21,4%.
El reporte Panorama Laboral también incluye datos sobre las diferencias urbano-rural en el empleo, ocupación por sectores de actividad y categoría ocupacional, evolución de los salarios mínimos y los ingresos medios.
“El crecimiento del empleo en 2021 fue particularmente significativo en sectores como construcción (16,7%), comercio (9,1%) y transporte (6,7%), lo que contrasta con lo observado en 2020, en que estos sectores registraron fuertes contracciones”, dice el documento.
La especialista regional en economía laboral de OIT, Roxana Maurizio, destacó que frente al escenario actual es imperativo “adoptar una agenda más amplia de políticas integrales y de gran alcance centrada en las personas y, en particular, en la creación de empleo formal”.
“Sin un conjunto de medidas coherentes para generar puestos de trabajo los impactos de la crisis se prolongarán y dejarán profundas cicatrices sociales y laborales por largo plazo en América Latina y el Caribe”, añadió Maurizio.