El sector de comercio registró un incremento del 5% en su actividad hasta marzo. Foto: Archivo / EL COMERCIO
La economía del país está creciendo a un ritmo más lento. El Producto Interno Bruto registró un comportamiento positivo del 1,9% en el primer trimestre de este año, frente a igual período del 2017, según cifras publicadas ayer (29 de junio del 2018) por el Banco Central del Ecuador (BCE).
Para el editor de Análisis Semanal, Alberto Acosta Burneo, la economía está perdiendo el pulso porque el Gobierno redujo el gasto público.
Otro factor que debe considerarse, según se desprende de los datos del BCE, es que los inventarios que las empresas acumularon desde el año pasado empezaron a reducirse en este año. Es decir, el sector productivo está vendiendo en el mercado la producción que tenía represada. “No se trata de nueva producción”.
Pero en medio de este escenario de decrecimiento se pueden evidenciar, al menos, tres signos positivos en la economía. La primera y más importante es que la inversión privada se recuperó, lo cual evidencia una recuperación de la confianza de los empresarios.
El segundo es que el consumo de los hogares ecuatorianos todavía crece a un ritmo acelerado, incluso mayor al registrado en el primer trimestre del año pasado.
Según el BCE, este comportamiento está ligado a un incremento de la cartera de crédito de consumo, la cual evidenció un aumento del 29,6% en el primer trimestre.
Patricio Alarcón, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CCE), agrega un tercer factor. Si bien los datos muestran una desaceleración o enfriamiento de la economía, las cifras no están sostenidas tan fuertemente en el gasto del Gobierno, como estuvieron el primer trimestre del 2017.
Con una inyección de USD 970 millones en recursos públicos, marzo del año pasado fue el mes de mayor gasto del 2017. Ese mes, el gasto en obra pública y otros gastos de inversión se dispararon.
Esos recursos se inyectaron en la economía a través de los pagos que hace el Gobierno a sus proveedores y al sector público. De esa manera, esos dineros llegaron a las familias, las cuales aumentaron el consumo y esto levantó las cifras de crecimiento de ese trimestre, que cerró en 3%, precisó el titular de la CEE.
La reducción en el gasto público en este año hace prever, sin embargo, que la desaceleración de la economía puede continuar durante unos trimestres más.
Análisis Semanal proyecta que en esas condiciones será difícil alcanzar la meta prevista por el BCE hasta el cierre del año, que es del 2%. “Una menor inyección de ingresos del Gobierno seguirá empujando a la baja al resto de la economía”, explicó Acosta Burneo.
En el primer trimestre, las importaciones también crecieron un 8,4% gracias al desmantelamiento de las salvaguardias. Sin embargo, Alarcón precisó que más del 70% de esas compras al exterior corresponden a bienes de capital e insumos para la industria.
De hecho, de acuerdo con datos del BCE, uno de los factores que más contribuyó al aumento de la inversión fue la importación de bienes de capital para la agricultura. Además, aumentaron la compra de máquinas, herramientas, material de transporte y tracción para esta actividad. La importación de bienes de capital para la industria presentó una variación positiva del 28,3%. El BCE también destacó la importación de maquinaria industrial, que aumentó en 53,9%.
En cambio, la inversión en el sector de transporte decreció, aunque en menor proporción que el primer trimestre del 2017. Esto último gracias al aumento del crédito para vivienda, que evidencia una ligera recuperación de la actividad.
En tanto, el sector petrolero tuvo un desempeño negativo de 4,8%, que se explica por una caída de la producción.