Hace varias semanas se lanzó al ruedo para exhibir sus habilidades taurinas, con lamentables consecuencias… Pero en su faceta de funcionario público se muestra muy reservado. Así es Pedro Miguel Delgado, quien está bajo la lupa de la Contraloría.
La entidad abrió un examen especial a las declaraciones patrimoniales juradas presentadas por Delgado, en calidad de asesor de la Presidencia de la República y como Presidente del Directorio del Banco Central (BCE).
Los objetivos del informe, ordenado el 9 de agosto pasado, son: determinar el cumplimiento de las disposiciones legales asociadas con la entrega de las declaraciones y verificar que las variaciones producidas en el patrimonio y los correlativos, activos y pasivos, concuerden con sus ingresos legítimamente obtenidos. El examen fue dispuesto por Manuel Tapia, director de Auditoría.
En su última declaración, del 10 de noviembre del 2011, siendo titular del Fideicomiso AGD-CFN (cargo que todavía mantiene), Delgado registró activos (automóviles, joyas, acciones, dinero…) por USD 39 150 y pasivos por USD 36 590.
También constaban USD 2 000 de acciones en la firma Integrare America Consulting, domiciliada en Miami, recientemente declarada paraíso fiscal por el Gobierno ecuatoriano. Según su web, brinda asesoría y asistencia técnica en consultoría estratégica y finanzas. También registra un préstamo quirografario de USD 20 000, con el Banco Pichincha y un crédito de 13 000, con Americredit.
En ese documento no registró su nueva casa, adquirida un mes después de la declaración, en Highland Gardens, en North Miami Beach. Está registrada a su nombre y de su esposa, desde el 29 de diciembre del 2011. Cuesta USD 385 000, según el avalúo catastral.
Para cubrir el pago de este inmueble, según declaraciones de Delgado a la prensa, obtuvo un préstamo hipotecario por USD 350 000, a 15 años plazo. Es decir, estaría pagando mensualmente unos USD 2 600 en Estados Unidos por el crédito.
Antes de vivir en esa propiedad, junto con sus tres hijos, habitaba en un apartamento más pequeño en Collins Avenue, en Miami.
Delgado ha vivido con su familia desde hace 10 años con visa de residente en Florida. Además, goza de inmunidad diplomática, por estar casado con la segunda cónsul de Ecuador en esa ciudad, María Verónica Endara Clavijo.
En el 2009, cuando despuntó en el servicio público como asesor presidencial, en su declaración juramentada ante la Notaría Trigésima Tercera de Quito, su patrimonio era de USD 22 094.
Actualmente, el salario mensual de su esposa, según los registros del Ministerio de Relaciones Laborales, asciende a USD 1 150, mientras el de Delgado está en el orden de los USD 5 000.
Pero Pedro Miguel Delgado tiene el apoyo del Presidente. A través de su cuenta en Twitter, Rafael Correa le dio “todo su respaldo”, luego de que la cadena Univisión revelara en EE.UU. la adquisición de su nueva propiedad. En varios tuits, el Mandatario dijo que Delgado pertenecía a la “clase media”, pues solo tenía una empresa consultora en Miami. “Resulta que ahora soy un inconsecuente porque un primo mío en segundo grado ha residido hace 10 años en Miami, ¡Brillante!”, expresó en uno de sus mensajes.
La Ley de Declaraciones Patrimoniales obliga a los funcionarios públicos a declarar bienes ante la Contraloría cuando entran y salen de sus cargos.
El examen del organismo se realiza al período comprendido desde el 1 de mayo del 2009 hasta el 31 de julio del 2012.
El viaje a las capitales de Rusia e Irán
Entre el 16 y el 23 de febrero pasado, Delgado lideró una comitiva nacional que viajó a Moscú (Rusia) y Teherán (Irán), que buscaba establecer vínculos financieros con bancos de esos países.
A su paso
Por esos días, en el Vneshtorgobank se firmó, coincidencialmente, un contrato de arrendamiento de dos cajas fuertes, cuya copia está en poder de este Diario. El documento, que tiene tres páginas y que está en idioma ruso, fue firmado por Alexander Nikolayevich Fedorov, como representante de Vneshtorgobank de Rusia, y Yuri Sagaidak, quien representa a Miguel Delgado.
El funcionario ecuatoriano no ha explicado si utilizó su segundo nombre en lugar de su nombre de pila. El acuerdo se refiere al alquiler de dos cajas fuertes, signadas con los números 1125 y1133, para “objetos de valor”.
Los informes de actividades del Banco Central indican que en el viaje se realizó“una apertura de cuentas en euros de corresponsalía”, entre ambos bancos. Sin embargo, el contrato con el Vneshtorgobank es a título personal.
Entre otras cosas, en el acuerdo se fija el pago por el uso de las cajas en 9 240 rublos (USD 308) más un impuesto de 1 848 rublos (USD 61), a lo largo de un año.
Durante este viaje, la comitiva también intentó concretar la venta del banco ecuatoriano Cofiec al Banco de Desarrollo de Exportaciones de Irán (EDBI) y al Banco Pasargad, ambas instituciones incluidas en la ‘lista negra’ de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de EE.UU. Esta organización ha impulsado algunas de las sanciones impuestas a Irán por su supuesto apoyo a actividades terroristas.
Delgado ofreció una entrevista a este Diario el jueves 9 de agosto. No obstante, se excusó a último momento aduciendo que tenía una reunión urgente. Adicionalmente, se le enviaron cuestionarios, vía correo electrónico, sobre las relaciones con Irán y Rusia. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no los respondió.
Las normas de la OFAC disponen el seguimiento y la sanción, de ser el caso, a gobiernos, empresas y personas que viven en territorio estadounidense y que mantienen relaciones financieras directas o indirectas con Irán.
Si se confirman los nexos, la organización emite un dictamen. Un reciente ejemplo es la sanción que la OFAC le impuso al banco británico Standard Chartered, por ocultar transacciones con iraníes durante casi una década. Debió pagar USD 340 millones.
Para el Gobierno iraní, las acciones son una medida injustificada y desproporcionada de EE.UU. por su posición soberana, que es parte de la configuración de un nuevo eje geopolítico de contrapeso global a las potencias de Occidente que los americanos lideran. Ninguna de las acusaciones -aseguran- se ha probado.
Revista de EE.UU. evalúa gestión
La revista estadounidense Global Finance dio a conocer el ‘ranking’, que realiza desde 1994, de los mejores banqueros centrales: de 50 países analizados, la argentina Mercedes Marcó del Pont se ubicó en el último puesto, detrás de funcionarios como los de Vietnam y Líbano. Pero no está sola, en el fondo también está su par ecuatoriano, Pedro Delgado.
Según explica la revista, para elaborar el listado se tomó como referencia el “éxito en controlar la inflación, el cumplimiento de las metras de crecimiento económico, la estabilidad, el manejo de las tasas de interés y también la independencia del poder político”.
Los funcionarios fueron puntuados con letras que van desde la A -para la excelencia en el desempeño de las funciones- y una F para el fracaso en los objetivos mencionados. Delgado obtuvo una D.
“En uno de los años más difíciles desde que se lleva a cabo la medición, los banqueros centrales del mundo fueron puestos a prueba como nunca antes. Cada año evaluamos la determinación de los banqueros centrales para hacer frente a la interferencia política, y los esfuerzos para influenciar a sus gobernantes en temas como el gasto público y la apertura económica a la inversión extranjera”, señalaron desde la revista.
La lista la encabezan los jefes de los bancos centrales de Australia, Canadá, Israel, Malasia, Filipinas, y Taiwán. Y la cierran los de Ecuador y Argentina. La Nación de Argentina, GDA
[[OBJECT]]