Las expectativas de crecimiento de la economía para el próximo año oscilan entre el 4 y el 5%. Sin embargo, la aprobación de la Ley Órgánica para la Redistribución del gasto Social (décima reforma tributaria) hace proyectar al sector privado tasas más bajas.
El Gobierno impulsó la décima reforma tributaria para financiar parte de los USD 340 millones que necesita para aumentar el Bono de Desarrollo Humano (BDH), de USD 35 a 50, a partir de enero próximo. Esos recursos saldrán de la banca privada, lo cual amenaza con mermar el aumento del crédito y, por ende, el financiamiento del crecimiento económico en el país.
El Pleno de la Asamblea Nacional se allanó ayer, con 81 votos, al veto parcial del Ejecutivo sobre el nuevo paquete tributario. Este era el último paso antes de que la nueva Ley sea remitida para publicarse en el Registro Oficial.
Mientras tanto, el sector bancario anticipa un estancamiento en la entrega de préstamos, pues el Gobierno se llevará parte de sus utilidades, las cuales servían para aumentar el patrimonio de la banca y otorgar nuevos créditos.
Existe una relación directa entre el aumento del crédito y el crecimiento económico, lo cual se reflejó durante la crisis financiera internacional del 2008.
Un reporte del Fondo Monetario Internacional muestra esa correlación en EE.UU. Según el FMI, “una caída del crédito a la mitad de su tendencia induce una reducción del crecimiento del PIB entre el 0,8 y 1,4% anual”.
Eso también ha ocurrido en Ecuador. Por ejemplo, en los años de bonanza como el 2007 y el 2008, la mayor cantidad de préstamos acompañó el crecimiento. Y la reducción de estos, en el año de la crisis -1999-, se reflejó en una contracción de la economía.
Los cálculos del sector privado apuntan a una caída de tres puntos en el Producto Interno Bruto (PIB) si se reduce el crecimiento del crédito a la mitad. Y como consecuencia de este menor crecimiento, la recaudación del Impuesto a la Renta e Impuesto al Valor Agregado (IVA) caería en USD 250 millones el 2013 y 520 millones hasta el 2014.
En una exposición realizada dentro del Foro Económico, realizado la semana pasada, el presidente de Produbanco, Abelardo Pachano, señaló que la reforma tributaria dejará al Ecuador más vulnerable frente a choques externos como una desaceleración en Asia, una caída drástica de los precios del petróleo o fenómenos naturales. Y describió el escenario para los próximos 10 años: “el país perdería unos USD 9 000 millones de PIB (14 puntos), el Gobierno dejaría de recibir USD 1 800 millones por la mayor carga impositiva. Pese a recibir USD 2 100 millones de impuestos adicionales, se perderían empleos y se concentraría el mercado en grandes contribuyentes.
Estos efectos hacen prever que la economía crezca un 3,5% el próximo año, según el analista MauricioPozo. “Habrá sin duda un proceso de ajuste de costos en el sector bancario: disminución de personal, reducción de servicios contratados y afectaciones a sectores vinculados ala banca”.
El presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE), César Robalino, alerta de los primeros efectos de la reforma, que entrará en vigencia desde enero del próximo año.
“Tengo entendido que los ejecutivos de los bancos están teniendo mayor rigurosidad para dar un crédito. Cada banco dispone de sus propias políticas de crédito. Pero no pueden darse el lujo de que su cartera improductiva siga creciendo, porque eso les puede poner en serios riesgos”.
En su último balance, los bancos privados registraron ya una leve caída de su rentabilidad, al pasar de 13,7%, en septiembre de este año, a 13,5% en octubre.
La cartera de crédito ha perdido dinamismo. En los primeros ocho meses de este año, la cartera de crédito registró un crecimiento del 12%, que significó un crecimiento de USD 200 millones mensuales. Desde agosto pasado hasta la fecha, el crecimiento se redujo a menos de la mitad.
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Puntos relevantes del paquete tributario
Los servicios financieros pagarán el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12%. Una transitoria obliga a que el costo del impuesto no se traslade al cliente.
Se elimina el sigilo bancario para las operaciones de siete millones de clientes. El Servicio de Rentas Internas tendrá acceso a esa información, sin la autorización de un juez.
Se impondrán multas de entre 100 y 250 remuneraciones básicas (entre USD 29 200 y 73 000) si los bancos no entregan información al Servicio de Rentas Internas.
Los bancos pagarán como Anticipo al Impuesto a la Renta el 3% de los ingresos gravables del ejercicio anterior. Ese porcentaje puede bajar al 1% con Decreto.
Se establece un impuesto a los activos en el exterior y en paraísos fiscales. La tarifa del impuesto puede bajar, previo informe.
Las instituciones financieras ya no podrán reducir hasta el 10% del Impuesto a la Renta. Este incentivo tributario sigue vigente para el resto de sectores económico del país.
La Junta Bancaria establecerá el monto máximo que los administradores y representantes legales de los bancos recibirán como remuneraciones.
El Impuesto a la Renta para la contratación de artistas se cancelará únicamente sobre los honorarios, no sobre otros rubros como alimentación u hospedaje.