El consumismo de autos generó el caos vehicular

Un estudio sobre el consumo vehicular realizado por Corpaire revela que en el país existen más de 1 300 000 vehículos. Quito es la ciudad que tiene el mayor parque automotor. Durante el 2009 se registraron 415 000 unidades y en lo que va de este año hay 151 181.

“Y seguirá creciendo. Desde inicios de la década, cuando se impuso la dolarización, la tendencia ha sido de comprar más vehículos”, explicó Bladimir Ibarra, representante de la entidad.

La gente comenzó a adquirir bienes en vez de depositar su dinero en los bancos por la desconfianza hacia esas instituciones, que meses antes del establecimiento del nuevo modelo económico vivieron una de las peores crisis de la historia.

El estudio de Corpaire muestra que en el 2000 existían 733 132 automotores y cada año se incrementaba entre 60 000 autos más.

“Tenía mi dinero en un banco solvente y por suerte no perdí nada. Pero, con la experiencia de otras instituciones tenía miedo de que me suceda lo mismo por lo que en el 2001 saqué mis ahorros, que eran como de USD 5 000, y compré un carro”, contó Miguel Zapata, dueño de una tienda en el norte de la ciudad.

Sin embargo, conforme pasaban los años y el dólar estabilizaba a la economía el temor dejó de ser el único factor para la compra de autos. “Con la nueva moneda mejoró la capacidad adquisitiva de las personas y se eliminó el concepto de la devaluación. Esto llevó a que las concesionarias abrieran sus líneas de crédito y la gente adquirió más confianza porque sabían que las cuotas iban a ser permanentes y no se iba a producir una abrupta pérdida de la capacidad de compra a través de su salario”, explicó el analista económico Hugo Villacrés.

“Llegaron tantas facilidades para la compra de carros que durante los últimos tres años hay gente que he conocido gente que cambia su automotor hasta tres veces al año”, dijo Esteban Jaramillo, asesor de ventas de Automotores Continental.

Aunque no existe une estudio sobre cada cuanto cambian su auto las personas en el país, el experto en movilidad, Édison Yánez, afirma que esto se produce aproximadamente cada dos años. Esto se confirma con el dato de antigüedad del parque automotor en el ámbito nacional. En el Ecuador el promedio de años de los autos es de 9,7 años, mientras que en Quito es de 6,1.

Yánez señala que el factor económico no es lo único que explica la acelerada compra de autos en el país. Las razones culturales son muy fuertes: hacer un viaje al exterior y comprar un carro y una casa son los estándares de éxito de los ciudadanos”.

“Yo prefiero tener mi propio carro porque es una buena inversión y porque me brinda comodidad”, explica José Luis Esparza, vendedor de una empresa de venta de repuestos de autos.

Él relata que su familia, de cinco miembros, posee tres carros. Nunca comparte el vehículo lo que le encaja dentro del perfil del conductor nacional, principalmente del quiteño. “Son gente de clase media, profesionales, que sienten que han mejorado su posición social por las cosas que tienen”, explicó Fernando Carrión, analista en temas de ciudad, quien asegura además, que en Quito existe 1.3 conductores por vehículo.

Solo en la capital cada año se incorporan al parque automotor más de 30 000 vehículos nuevos, lo cual ha desencadenado graves problemas de tráfico, los cuales a su vez llevaron a que a inicios de mayo se establezca la medida restrictiva de Pico y Placa.

En el 2008 en el 60% de las vías principales de la urbe la velocidad máxima de circulación, en la hora pico podía ser mayor a 50 kilómetros por hora. En las calles secundarias la velocidad podría ser de 10 kilómetros por hora.

“Voy todos los días desde Chillogallo hasta las Naciones Unidas. Solo pasar los túneles me tomaba casi una hora antes de que se implemente la restricción”, comentó Paúl Serrano, quien labora en una imprenta.

La calle Necochea era uno de los sitios donde más se demoraba y donde más incómodo se sentía debido a la alta contaminación. Un estudio de Corpaire revela que esta calle, junto con el sector de La Marín, la Basílica y el Triángulo de San Rafael son los sitios de mayor tráfico y más concentración de gases, principalmente de monóxido de carbono.

Bladimir Ibarra, de la entidad, señala que el Pico y Placa ha permitido de alguna forma una reducción de los gases en estas zonas.”A las 18:00 del primer día de restricción tuvimos cerca de 1,5 miligramos de CO por metro cúbico, cuando antes el promedio era mayor a 2,5”.

De igual manera se habla del éxito del Pico y Placa en la reducción del tráfico en Quito. Sin embargo, tanto para Yánez como para Villacrés, esta medida no servirá a largo plazo debido a que en dos años habrá 80 000 autos más en la ciudad.

“Y el siguiente paso será incrementar las horas de restricción o impedir la circulación por varios días”, dijo Villacrés.

A este panorama desalentador se suma el hecho de que para el 2025 el parque automotor de Quito se habrá duplicado y de acuerdo a Ibarra, el municipio no tiene la capacidad para desarrollar más vías a ese mismo ritmo.

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