Hasta el 24 de diciembre, los trabajadores en relación de dependencia recibirán el décimotercer sueldo, que es el promedio de todo lo ganado en el año, remuneración más horas extras, dividido para 12.
Este dinero se recibe siempre y cuando haya firmado ante Recursos Humanos su voluntad de acumularlo. Caso contrario, se le fue pagando cada mes junto a su salario.
El uso de estos recursos debe ser planificado de una manera estratégica por parte de los beneficiarios, y dependerá si tiene deudas, está enfrentando una enfermedad o una emergencia o si quiere comenzar un emprendimiento para aumentar los ingresos mensuales.
Cristina Martínez recomienda invertir el décimo en una actividad o en la compra de un activo que le permita generar ganancias a futuro. Por ejemplo, por la temporada de Navidad y fin de año hay mucha gente que prepara cenas, el relleno, hornea pavos, piernas de cerdo, por lo que necesitará una serie de insumos que, a corto plazo le generen un retorno.
“Lo ideal sería destinar ese dinero para comprar los artículos que le generarán una ganancia”, señala Martínez, abogada especialista en finanzas.
Ahora, si es de las personas que señalan que el sueldo no le alcanza y tiene que completar sus gastos con el uso de la tarjeta de crédito o con préstamos, la llegada del décimo es el momento propicio para pagar esas deudas.
Lo recomendable, según gente que entiende de finanzas, es acudir a la institución financiera donde se tiene la deuda y negociar el pago total o un abono anticipado del crédito. Así se logrará aliviar el presupuesto familiar al reducir la cuota mensual.
Si, por el contrario, piensa ahorrar ese dinero, no olvide que los bancos e instituciones financieras tienen planes programados o a plazo, en los que los intereses son mayores a los de una cuenta de ahorros normal.
Eso sí, la Superintendencia de Bancos recomienda desconfiar de instituciones que hacen ofrecimientos de ganancias fáciles, con intereses muy por encima de los que rigen en el sistema financiero ecuatoriano.
“Los ofrecimientos realizados de esta manera, son una clara señal de mecanismos crediticios que no se ajustan a los parámetros establecidos por este órgano de control y podrían poner en riesgo el interés de los ciudadanos”, señala la institución.
Otra opción es destinar el décimo para afrontar una eventualidad. Si tiene un familiar enfermo, o el techo de la casa tiene problemas o el auto necesita una reparación, se debería utilizar ese dinero para cubrir los gastos que estos imprevistos demandan.
“Si se va a endeudar, que sea para comprar un activo. Un activo es algo que nos va a generar un ingreso”, recordó Martínez.
Finalmente, si las deudas no lo acechan ni tiene un imprevisto que cubrir, se puede dar un gusto gastando su décimo en regalos para sus familiares y amigos, un viaje o algo que le de placer. Eso sí, no olvide destinar una parte para ahorrar.