La confianza de los consumidores estadounidenses se mantuvo prácticamente invariable en septiembre en 45,4 puntos, tras caer fuertemente 14 puntos el pasado agosto a 45,2 unidades, según cifras revisadas presentadas hoy por el instituto privado Conference Board en Nueva York.
La tasa de agosto supone una fuerte caída del nivel de los meses anteriores ante las preocupaciones de los inversores por la economía mundial. “El pesimismo que ha envuelto a los consumidores el mes pasado se ha extendido a septiembre”, dijo Lynn Franco, director del centro de investigación para los consumidores Conference Board.
Todo ello,” en un signo de que el entorno económico sigue siendo débil”. Los expertos, que habían esperado sin embargo un valor de en torno a los 46 puntos, advirtieron que no puede hablarse del fin del pesimismo. Y es que el alto desempleo especialmente sigue lastrando el ánimo económico en Estados Unidos.
Antes del inicio de la crisis económica en diciembre de 2007 el indicador se situaba en una media de 98 puntos.