El ministro Juan Carlos Cassinelli (centro) fue invitado ayer a la reunión del Comité Empresarial Ecuatoriano, en Guayaquil, para explicar los avances del acuerdo con la UE. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Las expresiones del presidente Rafael Correa, con relación a que se debería reflexionar seriamente sobre la conveniencia de seguir en la Comunidad Andina (CAN), no cayeron bien al sector empresarial.
El pasado sábado, en su enlace, el Mandatario indicó que este análisis se debería realizar ante los impactos de la devaluación de los países andinos y las restricciones que le genera a Ecuador estar en una zona de libre comercio y no poder aplicar aranceles sobre las naciones vecinas.
El Mandatario calificó como “barbaridad” el déficit de la balanza comercial no petrolera del país con el bloque.
Dos días después de esto, el ministro de Comercio Exterior, Juan Carlos Cassinelli, intentó bajar la tensión que causaron estas declaraciones en los empresarios, durante una reunión que mantuvo ayer con el Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE) para detallar los avances para concretar un acuerdo multipartes con la Unión Europea (UE).
Sobre una posible salida de Ecuador del bloque andino el funcionario expresó que “más que hablar de salirse o no de la CAN”, la preocupación del Gobierno es que existe una balanza de pagos negativa con el bloque. También dijo que el hecho de que el grupo no esté sometido a la dolarización, pone a Ecuador en desventaja.
“Estamos analizando un planteamiento que nos permita en un momento dado, si es que mañana hubiera una devaluación, tener una medida automática que precautele nuestra producción local”, dijo. Sin embargo, no precisó fechas ni cómo funcionaría este mecanismo. Solo detalló que se lo realizará de manera técnica.
Raúl Luna, analista en comercio exterior y catedrático de negocios internacionales de la Universidad de las Américas, explicó que ya existe un mecanismo que blinda al país frente a las devaluaciones y es la salvaguardia cambiaria.
De hecho, ese instrumento se puso en marcha a inicios del año pasado y desató fuertes críticas de los países de la CAN. En esa época el Mandatario también habló de la idea de salir del órgano regional.
Luna asimismo aseguró que abandonar el grupo no garantiza que se solucionen los problemas de balanza de pagos, pues una vez denunciado el acuerdo tienen que pasar cinco años para que deje de operar la zona de libre comercio, que otorga preferencias a las naciones andinas.
“No genera soluciones inmediatas”, indicó el analista.
Con esto concuerda Carlos Posada, presidente de la Cámara de Comercio de Lima. Él cree que en ese lustro se puede negociar un acuerdo entre Ecuador y cada uno de los andinos y que un incumplimiento de los cinco años de preferencia afectaría las relaciones comerciales los miembros.
Para los exportadores también es una preocupación el impacto que podría tener una eventual salida del Ecuador de la CAN en el acuerdo comercial que se busca cerrar hasta fin de año con la UE.
Incluso, el tema se analiza entre los andinos. Posada, quien fue ministro de Comercio Exterior de Perú, explicó que podría haber inconvenientes para la aprobación y ratificación del acuerdo de Ecuador con la UE en el caso que saliera de la CAN debido a que la suscripción debe hacerse como bloque.
Para Francisco Alarcón, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Industrias, el anuncio de una probable salida del grupo andino no afectaría las gestiones con la UE. Indicó, incluso, que los andinos ya dieron su aval para la adhesión.
Pero Posada recordó también ese paso y señaló que dada la aceptación ya no podría retirar esta decisión.
El año pasado la CAN representó el cuarto destino de las exportaciones nacionales, según la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor).
Los principales productos de exportación son manufacturados. Según ProEcuador, con base en un documento presentado en el marco del Encuentro Empresarial Andino, el 86% de los productos que se comercializan entre los andinos son de este tipo.
Uno de ellos son los insumos textiles. Carlos Rivadeneira, dueño de la textilera Textiservi, envía lanas a Colombia y está próximo a concretar ventas a Bolivia. “Salir de la CAN implicaría perder condiciones que nos hacen más competitivos en la región, por estar en la zona de libre comercio”.