La cosecha de maíz está prácticamente paralizada en la zona de Ventanas y Mocache, en la provincia de Los Ríos. La expectativa por la abundante producción de este año poco a poco se ha mezclado con la desazón de los maiceros.
Esta semana, los 42 centros de acopio del producto cerraron sus puertas y se suspendió la compra del maíz, que empezó a salir de la zona hace dos semanas.
Ayer, la molestia de los productores se mostró en la vía Ventanas-Quevedo. A la altura de la población Aguas Frías, más de 100 agricultores permanecían en el sitio con sus camiones llenos del grano. También exhibían plantas con mazorcas en mal estado y letreros que reflejaban el drama: “No hay quién compre, se nos está dañando el maíz”.
La cosecha escalonada de invierno sufrió un frenazo por la falta de demanda en los centros de acopio. Quienes siguen en el campo venden su producto a compradores informales a un promedio entre USD 8 y 11. Mientras el precio oficial fijado por el Ministerio de Agricultura (Magap) es de USD 16,50.
Ángela Saltos suspendió ayer sus actividades en el campo para unirse a una protesta. Por ahora no tenía mucho sentido seguir cuidando sus 20 hectáreas de maizales, cuando en el mercado no hay quién lo demande.
Arrimada a una camioneta de la que colgaban matas de maíz con hojas secas y mazorcas con granos negruzcos y agujereados, Saltos lamentó que la cosecha se eche a perder por la falta de control en la comercialización de este cereal. La lluvia continúa y la humedad daña la cosecha.
La problemática surgió cuando a inicios de este mes, la compra de maíz por parte de los industriales se fue frenando. Las fábricas aún tienen ‘stock’ de las importaciones de maíz hechas el mes pasado.
Detrás de un cartel donde se leía: “Nos afecta el maíz importado, ayúdenos señor Presidente”, se protegía del sol Tomás Cruz. Invirtió USD 1 000 por cada hectárea de maíz. Tiene 3 ha y ya cosechó la mitad. Recibió USD 9 por cada quintal con 32% de humedad. En otras circunstancias, hubiese recibido USD 12, pero como no hay comerciante formal que compre, decidió hacer negocios con los informales.
Como solución, el Mapag dispuso que la Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA) ingresara a comprar maíz al precio oficial, para regular el mercado, según el coordinador de la Zona 5, Carlos Emilio Vélez.
El precio fijado por el Gobierno es USD 16,50 por quintal de grano con 13% de humedad y 1% de impureza. Pero, ante la falta de demanda, los acopiadores agremiados a escala nacional suspendieron las compras, para evitar que el precio se deprimiera más.
Vélez llegó ayer a Ventanas para tratar de apaciguar los ánimos de los comerciantes, acopiadores y productores. Allí los motivó a vender producto a la UNA.
El comerciante Henry Peña contestó que esa empresa pública usa una tabla de calificación que a veces castiga la producción. A lo que Vélez ofreció revisar ese tipo de temas en una cita convocada para hoy en Guayaquil, a las 09:00. Estarán todos los actores de la cadena productiva del maíz.
Luego de la intervención de Vélez, los manifestantes acudieron en caravana a la UNA, de Ventanas. Esta entidad tiene una capacidad de compra de 400 000 toneladas de maíz. Según las proyección, la cosecha de invierno será de 700 000 toneladas en el país, 4,8% más que el 2011.
Francisco Loor, quien tiene cinco hectáreas de maíz en Ventanas, lamentaba que con la actual situación no podrá pagar sus deudas. “Cómo voy a hacer, estoy desesperado”, le dijo a uno de los comerciantes acopiadores.
El empresario trató de calmarlo con una palmada en la espalda.
Otros puntos
La subsecretaria de Comercialización, María Alejandra Pareja, fue removida con el cambio de Ministro de Agricultura. Ella autorizó la importación de maíz , a las puertas de la cosecha.
Otro eje de análisis. La industria avícola está golpeada por el invierno. De allí que la venta de balanceado cayó, así como la compra de materia prima.