Los envíos de brócoli se beneficiarán del acuerdo comercial con la Unión Europea, que regirá desde enero del 2017. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Desde el 1 de enero del 2017, de entrar en vigencia el acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), los productos nacionales que están protegidos por las preferencias arancelarias mantendrán indefinidamente esos beneficios.
Estas preferencias, que vencen el 31 de diciembre del 2016, permiten el ingreso de los productos nacionales con cero aranceles al bloque europeo. Según un informe de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) -preparado antes del cierre de las negociaciones- el 84,6% de las importaciones que hace la UE desde Ecuador, sin contar banano, está protegido por las preferencias.
Daniel Legarda, titular de esta entidad, explicó que con el acuerdo, que se firmará el 11 de noviembre en Bruselas, más de 300 productos tendrán beneficios arancelarios. Se cuentan rosas, café soluble, aceite de palma, pulpas de fruta, atún, camarón, pescados, conservas, brócoli, etc.
Si el acuerdo no se daba, dice el gremio, hubiera significado una pérdida de USD 400 millones por pago de aranceles en el primer año. Mientras que por desvío y pérdida de comercio potencial el monto habría sido de USD 465 millones.
“Totalizarían casi USD 3 000 millones durante los primeros tres años de afectación, la misma que trasciende el ámbito de productos tradicionales y primarios, abarcando también a los no tradicionales y manufacturados”, detalla el documento de Fedexpor.
A la par, la entidad indica que en esos tres años, con el acuerdo, las exportaciones podrían crecer en USD 500 millones. Los productores de brócoli ya proyectan un crecimiento.
Rafael Gómez de la Torre, presidente de la Asociación de Productores de Frutas y Legumbres del Ecuador, calcula que en el primer año de vigencia del convenio, tanto la producción como la exportación de brócoli crecerían 5%.
La UE representa el 30% de las ventas del país. “Ahora nos da certidumbre y en poco tiempo eso se transformará en inversiones adicionales y aumento de la producción, porque la UE demanda más brócoli. Ecuador, por la calidad de su producto, podría recuperar mercado en el bloque”.
Para Gómez de la Torre, quien también es gerente de la productora Pusuachi, el beneficio a corto plazo es mantener el arancel cero. Con eso concuerdan los representantes de Expoflores, quienes aseguran que sin acuerdo las ventas hubieran perdido competitividad. Los cálculos de este gremio indican que en dos años la caída de las exportaciones hubiera sido del 15%. De hecho, entre enero y agosto de este año, la comercialización de flores al mundo fue 5% menos que en el mismo período del 2015, según el Banco Central.
Expoflores cree que “en el mediano y el largo plazo sí va a existir un fortalecimiento y crecimiento de las exportaciones, por la seguridad comercial que brinda el acuerdo y la potencialidad de incursionar con nuevos productos”.
Firmas como Royal Flowers prevén, por ahora, mantener las ventas. Lenin Arias, su propietario, explicó el mes pasado que espera sostener su volumen de exportación. La compañía aspira a incrementar su producción con nuevas variedades y con ello proyecta que las exportaciones crezcan, incluyendo los envíos a la UE.
Los exportadores de otros productos creen que el acuerdo garantiza la estabilidad de aquellas inversiones que se han venido realizando. José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura, explicó que Europa, que representa el 30% del mercado del país, es un importante inversor en la cadena del crustáceo, con inversiones en fábricas, procesadoras, etc.
En cuanto al cacao, Carlos Mite, presidente de la Asociación de Cacaoteros Buenas Esperanza, de Balao (Guayas), cree que con el acuerdo se tendrá un mercado permanente. “Con el final de las preferencias estábamos en ascuas”.