Tras el anuncio del Presidente de la necesidad de elaborar un Código Monetario Financiero, que prevé reemplazar 21 leyes, el debate se instaló en el país.
Aunque el proyecto posiblemente esté listo para el segundo semestre del año, analistas económicos han empezado a proyectar algunos posibles escenarios.
Para Pablo Dávalos, habrá que ver cómo se organiza el documento que pretende reformar varias leyes, en diferentes cuerpos legales, tendientes a mantener la liquidez de la economía.
“La ventaja de armar esta normativa sería evitar que los bancos tomen las decisiones de a quién, cómo y bajo qué condiciones prestan a sus clientes. Una desventaja puede ser la duda de si con este paso el Gobierno estará pensando en armar las condiciones para ir hacia una desdolarización”, aseguró.
Según el analista Marco Naranjo, lo positivo será la unificación en un solo cuerpo legal de muchas leyes que están dispersas. “Es de esperar que el Código sea lo más claro posible y que dé muchas armas para la supervisión. Recordemos que la Ley de Régimen Monetario y la Ley General de Instituciones Financieras de 1994 fueron macabras para el país. Por ello, yo esperaría que, por ejemplo, se sancione duramente un rumor financiero o que se defina qué funciones mismo debería tener el Banco Central en dolarización”.
Por su parte, Mauricio Pozo, en un panel realizado ayer en Radio Democracia, cuestionó el repentino deseo de crear esta ley, sobre todo sabiendo que las instituciones financieras han sido sometidas a una mayor cantidad de regulaciones en este Gobierno, afectando su patrimonio y sus inversiones.