Un duro revés obtuvo ayer el ministro de Finanzas, Patricio Rivera, en su visita a la Asamblea Nacional, para explicar los alcances del Código Orgánico de Planificación y Finanza Públicas. Durante más de dos horas, el funcionario intentó convencer a los asambleístas de aprobar de manera urgente el documento (tal como lo envió el Presidente de la República). Sin embargo, se topó con una muralla, con cuestionamientos no solo de la bancada opositora sino también de legisladores afines al Gobierno. “Creo tener un coeficiente intelectual medio -ni muy inteligente ni muy bruto- como para darme cuenta de que estamos tratando de aprobar a la carrera una ley de tanta importancia”, enfatizaba Rodolfo Baquerizo, del Prian. Fernando Cordero, de Alianza País, fue aún más duro. Si bien felicitó el esfuerzo de crear un Código que organice el sistema de finanzas públicas, dijo: “No sé si estamos preparados para aprobar este Código. No por ir muy rápido vamos a llegar más temprano. Nos podemos equivocar. Dejémoslo para tratarlo como una ley, con más tiempo, sin necesidad de enlatarlo y aprobarlo urgentemente”. El Código fue remitido por el presidente Rafael Correa a la Asamblea con el carácter de económico urgente. Con ello, los asambleístas tienen 30 días para aprobarlo o rechazarlo. En este, básicamente se plantea la derogatoria de cuatro leyes que regulan las finanzas públicas. Rivera, pese a los cuestionamientos, reiteró que es de vital importancia la aprobación de este Código para ordenar las finanzas públicas. Pero con cada defensa del funcionario aparecían más cuestionamientos. El socialcristiano Leonardo Viteri calificó al Código de “pacotilla” y pidió “negar esto inmediatamente”. Con ceños fruncidos, susurros constantes, risas nerviosas, bocanadas de aire y visitas constantes a la mesa de las aguas y del café, los asambleístas, técnicos de Finanzas, de la Secretaría Nacional de Planificación (Senplades) y de la banca privada vivieron un debate intenso la mañana de ayer. Dentro de ese “cargamontón” del que fue presa Rivera, solo Francisco Velasco, de Alianza País y presidente de la Comisión de lo Económico, se atrevió a sacar la cara por la propuesta oficial. La argumentación que utilizó, sin embargo, dejó a todos más confundidos y a la sala en silencio. “Aún transgrediendo el proceso legal, les remitimos un mes antes artículos del Código. Han tenido tiempo para leerlo”. Pero de hecho, el extenso documento ha tomado a los asambleístas en curva. Diana Atamaint, de Pachakutik, se empapaba ese instante de algunos detalles del Código. Sentada a un lado de la sala, escuchaba atenta a una de sus asesoras, quien había subrayado con resaltador uno de los artículos y le ayudaba para que hiciera la pregunta. Cuando lo tuvo claro, se sentó en la mesa principal y lanzó su cuestionamiento. “La planificación en los Gobiernos Autónomos Centralizados (Gads) debe corresponderse con el Código Territorial. Este tema debe ser materia de otra Ley”. Quien sí lo tenía muy claro, al menos en lo que le atañe, era el representante de la banca privada, César Robalino. La posibilidad de que el 75% del encaje bancario (dinero efectivo que los bancos guardan en el Banco Central como colchón) les sea canjeado con bonos del Estado, mantiene muy preocupados a los banqueros. Sin embargo, Rivera aclaró que esto será voluntario y que en caso de que la banca lo hiciera, sumarían unos USD 300 millones, algo de lo que no hay que preocuparse. A lo que Robalino respondió: “Amigo Rivera, si dice que por qué la preocupación, si son solo USD 300 millones, le pregunto, ¿por qué alterar el sistema por esta insignificancia? Además, cuando el poder central tenga necesidades de financiamiento, nos dirán ‘amigos banqueros, les pido…’, y todos sabemos cómo se pide”. Rivera, visiblemente afectado, levantó la voz y señaló que “nunca en estos meses he llamado a ningún banquero a presionar y no lo haré jamás. Es más, le pido a Paco (Velasco) que ponga en el articulado que se sancione al Ministro si se le comprueba que ha llamado a presionar a banquero alguno”. Fue el momento más tenso del debate, tras lo cual Robalino se disculpó ante la sala y salió. Minutos después, Velasco terminó la reunión y anunció que el próximo martes se realizará el primer debate en el Pleno. En los pasillos, los legisladores reiteraron que el tratamiento es apresurado. Es más, Cordero, afirmó que una opción que se puede barajar es “dividir el Código en dos partes, una de planificación y otra de Finanzas Públicas”.