Tras la crisis financiera mundial, el peso económico se ha desplazado de las naciones avanzadas a las emergentes, y por ello Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, reunidos en el grupo Brics, quieren tener un mayor peso en la escena internacional.
En la declaración final de la cumbre que celebraron ayer en la localidad china de Sanya, en la isla de Hainan, los Brics señalaron que ven riesgos importantes para la economía global por la enorme fluctuación de los precios de las materias primas y la energía, que amenazan la recuperación.
Además, se comprometieron a trabajar de manera más estrecha para una mayor seguridad alimentaria. El Grupo de los Veinte (G20), que reúne a las naciones avanzadas y a las emergentes, tiene que convertirse en el futuro en “el foro preeminente para la cooperación económica internacional” y sustituir al G8 (de las naciones industrializadas).
Para avanzar en el comercio y las inversiones aprobaron asimismo un acuerdo marco por el cual se concederán de forma recíproca créditos y otros servicios financieros en sus propias monedas en vez de en dólares.
El jefe de Estado chino, Hu Jintao; el presidente ruso, Dmitri Medvedev; el primer ministro indio, Manmohan Singh; la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, y el sudafricano Jacob Zuma acordaron intensificar la cooperación entre las cinco naciones.
Según el Presidente chino, se requieren reformas en las instituciones financieras internacionales para incrementar la presencia en ellas de los países en vías de desarrollo, lo cual “contribuirá a la paz mundial y a la prosperidad”.