Desde finales del 2011, en diferentes provincias del país circulan cinco carros que tienen en el techo una antena parabólica y en la parte trasera un tubo que se eleva hasta 10 metros.
Los vehículos fueron adecuados por la Superintendencia de Telecomunicaciones (Supertel) para controlar que las señales de las radios y televisoras no ocupen más espacio de banda (espectro radioeléctrico) ni interfieran en las transmisiones que realizan otras estaciones.
Esto funciona como los carriles de una vía. Si un auto invade otro carril impide el paso de los otros vehículos. Lo mismo se aplica a las frecuencias otorgadas a la radio, televisión y operadoras móviles.
Para prevenir estos problemas, la Supertel realiza monitoreos a través del Sistema llamado Automático para el Control del Espectro Radioeléctrico (Sacer).
La entidad cuenta con cinco vehículos 4×4 que recorren las diferentes provincias del país. Además tiene 20 estaciones fijas y transportables ubicadas en diferentes provincias, como Esmeraldas, Carchi, Santa Elena, etc.
El monitoreo es puntual para las operadoras celulares, a través del Sistema Autónomo de Control de las Redes Móviles (SAMM), que evalúa la calidad del servicio que brindan a los usuarios.
Esto permite conocer las zonas de la ciudad donde la señal del celular se pierde o no se completan los envíos de mensajes.
Para monitorear el servicio que ofrecen las operadoras celulares, la Supertel cuenta con 64 dispositivos ubicados en 36 localidades de 24 provincias. Los equipos están colocados en edificios, autos públicos y privados y en unidades de transporte urbano.
En el interior de cada dispositivo hay tres celulares que están programados para realizar llamadas automáticamente y enviar mensajes a otros dispositivos.
Para no saturar la red, estas operaciones se realizan de forma periódica. Por ejemplo, las operaciones de comunicación (sms o llamadas) se realizan con intervalos de unos 10 segundos.
El resultado de estas operaciones llega a la Supertel vía Internet, los técnicos de la entidad elaboran los informes e indican a las operadoras móviles los resultados para que tomen correctivos.
En años anteriores, los técnicos realizaban estos controles personalmente, luego de recibir quejas de los usuarios.
Después de una inversión de USD 4 millones en nuevos equipos, la dinámica cambió: se amplió la cobertura de control y el monitoreo es continuo.
El sistema viene operando unos cinco meses y ya arroja resultados. Entre el 1 y 13 de febrero pasados se detectó una deficiencia en los servicios (llamadas, envío de mensajes de texto y datos) de la empresa Claro.
La firma fue comunicada del inconveniente y lo arregló enseguida. Hasta el momento, según los informes presentados, las operadoras cumplen con los estándares de calidad establecidos en los contratos.
Sin embargo, según la Supertel, los contratos obligan a medir la calidad del servicio globalmente, lo cual oculta los problemas que se registran en zonas puntuales, donde no hay obligación legal de solucionarlos. Aun así, la entidad dijo que las operadoras cumplen con mejorar la calidad.
Hugo Carrión, ingeniero en Telecomunicaciones, explicó que es preciso que las autoridades revisen los contratos de concesión de las operadoras. Se debe establecer nuevos documentos que incluyan el tema de las regulaciones y el control de la calidad.