Del un lado, el Gobierno señala que el “éxito” de su gestión se debe a la adopción de políticas económicas efectivas (contracíclicas) y al seguimiento a rajatabla del Plan Nacional para el Buen Vivir. Del otro lado, críticos señalan que el Régimen debiera dar gracias al favorable escenario internacional, que ha permitido altos ingresos para el Fisco.
Para Katiuska King, ex ministra coordinadora de la Política Económica, los resultados económicos del país en los últimos cinco años han sido positivos. “En el 2011 se cerrará con un crecimiento del 9% en términos reales, una inflación del 5,41% y con niveles de desempleo bajos. El crecimiento de las captaciones en el sistema financiero ha sido uno de los elementos que favoreció para estos resultados”.
El repunte económico, acompañado de una mejoría en la reducción de la pobreza y la generación de empleo, se registra al quinto año del Régimen, pues en los cuatro años previos los resultados han sido mediocres, con un crecimiento promedio del 3,3%.
Uno de los factores determinantes en el crecimiento del 2011 fue la boyante situación fiscal, que tuvo su raíz en tres fuentes principales: históricos precios del petróleo (el año pasado promediaron los USD 97 por barril); crecientes recaudaciones tributarias, que crecen a un promedio del 15% anual; y, contratación de nueva deuda pública, especialmente con China.
“Al tener todo un andamiaje legal que articula esa política económica, la asignación de recursos para priorizar la obra pública se facilita. Pero el hecho de registrar hoy indicadores favorables no pasa solo por la gestión gubernamental sino también por haber contado con panoramas favorables en el contexto internacional”, explica el consultor externo Christian Arellano.
En cambio, según el economista José Luis Contreras, el éxito de un modelo deberá verse en el largo plazo. “Han pasado cinco años donde, según e Gobierno, se han sentado las bases. Se ha priorizado el funcionamiento público. Habrá que ver si esto, en los próximos años, se traducirá en efectos en el tema privado. Porque en ese tema, al menos hasta hoy, no ha habido cambios sustanciales”.
En eso coincide King, quien señala que aún quedan retos. Uno de ellos es el de impulsar políticas productivas que permitan tener un cambio de matriz productiva.
Crecimiento
El Estado es el protagonista
La inversión pública ha sido el motor del modelo económico en estos cinco años, dejando rezagada a la actividad productiva.
Y, pese a ello, los promedios de crecimiento promedio del Producto Interno Bruto en este período ha sido del 3,3% anual, inferior al 5% de los mismos años anteriores. Pero, con las altas tasas registradas en el 2011, del orden del 8% trimestral, ese promedio se equipara, con lo que en términos reales la gestión, en términos de crecimiento, ha sido similar al de los gobiernos anteriores.
Y la economía crece de la mano de mayor gasto del Gobierno, que ha impulsado la demanda de los hogares ecuatorianos, por la gran liquidez en la economía.
Fisco
Mayor cantidad de impuestos
Mientras el director del Servicio de Rentas Internas (SRI) asegura que solo son tres reformas tributarias durante la gestión de Gobierno, los analistas ya cuentan nueve, incluida la última aprobada en diciembre pasado.
Para los gremios empresariales, la gestión de la autoridad tributaria, que ve aumentar sus ingresos entre el 10 y el 15%, en promedio cada año, está sostenida en una mayor carga a los mismos contribuyentes de siempre y no del seguimiento y cobro efectivo a quienes eluden o evaden.
Para el SRI, ese éxito se ha debido al resultado de una mayor cultura tributaria. Mientras que la falta de cobros a los evasores se debe a la lentitud de la Justicia.
Comercio
El Gobierno está en deuda
En materia comercial, los saldos son desfavorables para la gestión del Gobierno. Pese a sus continuos esfuerzos por controlar la avalancha de importaciones (salvaguardias, cupos, licencias, etc.), el déficit de la balanza comercial no petrolera se disparó.
Según el catedrático Fabián Andrade, todo el dinero inyectado a través de la inversión pública, y que no se enfoca a la producción, inmediatamente va a reflejarse en mayores importaciones. “Cuando la gente tiene mucho dinero para comprar, va a preferir lo de afuera. Mucho más si dentro de una nación no existe un aparato productivo que ofrezca similares alternativas”.
A todo ello se suma la falta de una política clara en cuanto a abrir nuevos mercados.
Banca
Más dinero para consumo
Según el balance de la Cámara de Industrias y Producción, el Gobierno, hasta el 2010, registró ingresos por alrededor de USD 75 000 millones, que inyectó inmediatamente en la economía a través de la inversión pública.
Eso ha permitido tener un mayor circulante en el mercado, según explica María Elizabeth Díaz, asesora de inversión. “Como circula más plata, la gente compra más (generalmente bienes importados) , invierte en una casa, en un terreno, pide más préstamos a los bancos, etc.”.
Ante ello el sistema financiero sabe que puede extender mayor cantidad de préstamos y captar más depósitos. El problema, sin embargo, es que la cartera de consumo es la que más crece antes que la microempresarial.