América Latina también está‘hechizada’ por la cascada de capitales que fluyen desde China. Según el reciente reporte del Centro de Análisis Diálogo Interamericano, de EE.UU., el gigante asiático prestó desde el 2005 alrededor de USD 75 000 millones a los países latinoamericanos.
Esas cifras superan ya a los USD 53 000 millones prestados por el Banco Mundial, en el mismo período, y los USD 67 000 millones repartidos por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Según las conclusiones del estudio, el 91% de ese monto fue a parar a Ecuador, Venezuela, Brasil y Argentina. Los préstamos van dirigidos en su inmensa mayoría a los sectores de materias primas y a empresas con capital chino que están presentes en esos países.
“Las tasas de interés de los bancos chinos son más onerosas que las del BM y el BID, pero los créditos contienen significativamente menos condicionantes laborales o medioambientales, en especial cuando se los compara con el Banco Export-Import de EE.UU. Especialmente para Ecuador y Venezuela, el financiamiento chino es interesante ante las dificultades para lograr préstamos de instituciones multilaterales, con las que mantienen distintos contenciosos. Pero la ayuda financiera china es a menudo exagerada o no se cumple en su totalidad en los países en desarrollo. Es más, tanto el Banco de Desarrollo de China y el Banco Export-Import China no divulgan montos exactos de sus préstamos por país”.
Casa adentro, en Ecuador, esa premisa se mantiene. El silencio sobre las condiciones bajo las que se contratan los préstamos (que ahora ascienden a alrededor de USD 7 500 millones, los que se conocen) es ya habitual. El ministro de Finanzas, Patricio Rivera, ha señalado repetidamente que mientras las contrataciones de los préstamos estén en proceso la Ley le impide dar esos detalles.
Sin embargo, desde que inició el actual Régimen ninguno de la decena de créditos contraídos con China ha sido desmenuzado. Es más, el primero que ascendía a USD 1 000 millones ya fue cancelado sin ninguna auditoría.
Y otro desembolso más está en camino. USD 1 700 millones más entrarán al país en julio o agosto, según lo anunció el Régimen, sin proveer mayores detalles, conforme la costumbre.
Para la economista Andrea Villalba, la contratación de créditos con China debería transparentarse, hasta por precaución.
“Es como en la casa. Si tengo alguien que me puede prestar, y sé que puedo pagarle, ese rato como que no le presto mucha atención a las condiciones. El problema es qué pasaría si en algún momento me faltaría la plata para pagar. Ahí recién reviso la letra chiquita y me doy cuenta. Por eso, creo que en el caso del país no preocupa tanto la contratación de deuda, sino cómo se la está contratando”.
Rivera ha señalado que no hay “de qué preocuparse”. Incluso, durante la presentación del Presupuesto 2012 ofreció a los asambleístas darles detalles de los préstamos a puerta cerrada. Hasta hora, según varios de ellos, no se ha realizado dicha reunión.
En las cuentas del Ministerio de Finanzas no se registran todos los créditos contraídos con China, ya que varios de ellos han llevado la contraparte de pago con petróleo. Por esa razón, es difícil establecer si el nivel de endeudamiento es del 22% del PIB, como señala el Gobierno, o se acerca al 40% que es el límite que permite la ley.