La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sostuvo hoy que no hay indicios de que las expropiaciones en Argentina y Bolivia afecten a la inversión extranjera directa en la región. “No vemos una tendencia en ninguna dirección”, subrayó la secretaria ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena, al presentar el informe anual de inversiones en el subcontinente.
La funcionaria ahondó que “los flujos que llegan a Argentina representan sólo el cinco por ciento de los flujos que llegan a toda la región”, estimados en 153 000 millones de dólares en 2011.
“Nada indica que esto (un eventual desincentivo a las inversiones) pueda expandirse”, agregó Bárcena.
No obstante, explicó que las expropiaciones serán contabilizadas en 2012 como una “desinversión”. Sobre lo mismo, Bárcena señaló que las decisiones de los gobiernos de Argentina y Bolivia “son acotadas y puntuales” y “responden a las condiciones de cada país”.
“Los inversores no están tomando a América latina como un bloque”, resumió Bárcena. En Argentina, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció días atrás la expropiación del 51 por ciento de las acciones de la empresa española Repsol en la petrolera YPF. YPF, líder del mercado local de combustibles, es la empresa de mayor facturación en Argentina y su mayor empleador.
La compañía extrae cerca del 33 por ciento del petróleo y el 23 por ciento del gas que genera el país. Fue privatizada en la década del 90 por el entonces presidente peronista Carlos Menem (1989-1999).
En Bolivia, el gobierno de Evo Morales decidió en 2010 expropiar las empresas generadoras de electricidad, y el martes le tocó el turno a la Transportadora de Electricidad, de capitales españoles. La Empresa Nacional de Electricidad (Ende) se encargará del pago por la expropiación con dinero otorgado por el Tesoro General de la Nación (TGN).