Un tanto recelosa, Adriana Zambrano, encuestadora del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), ingresó ayer a las 11:00 a la ferretería Cohelin, ubicada en la Villa Flora, al sur de Quito, para registrar al negocio durante el primer día del censo económico.
El propietario del sitio, Rubén Baca, recibió a la joven detrás de su mostrador y contestó las preguntas de las nueve secciones de la boleta. “No fue un cuestionario difícil. Me pidieron que hable sobre los gastos, ingresos, etc. de mi establecimiento. Además, yo estaba preparado pues de antemano conocía que se haría el censo”.
El proceso tiene como objetivo actualizar el mapa productivo del Ecuador, lo cual no se ha realizado desde hace 30 años, y conocer en cuánto aporta cada comercio en la economía nacional.
El proceso arrancó ayer en las 11 ciudades más grandes del país: Quito, Guayaquil, Cuenca, Ambato, Ibarra, Santo Domingo, Quevedo, Manta, Guaranda, Riobamba y Loja. Al culminar el registro se prevé que los encuestadores del INEC hayan visitado las ciudades de 221 cantones.
David Vera, coordinador general del censo, explicó que un total de 1 266 entrevistadores se encargarán del proceso, de los cuales 230 son de Quito. Ayer acompañó a dos de ellos a realizar la encuesta en el sur de la ciudad.
“Cada uno de ellos visita un promedio de 15 comercios al día, por lo que al final del proceso esperamos haber recolectado información de 650 000 establecimientos. El tiempo que demora cada uno depende del tamaño de los comercios que recorren”.
Los encuestadores que visitaron ayer los negocios en el sur de la ciudad, por ejemplo, demoraron entre 20 y 40 minutos en llenar los cuestionarios. No tuvieron problemas a la hora de hacer las preguntas, ya que previamente recibieron una capacitación de un mes sobre el contenido del cuestionario y las formas para responder las dudas de la gente.
Todos los encuestadores que participarán en el proceso son universitarios, estudiantes de carreras relacionadas con economía y finanzas. Entre ello está Ricardo Romero, de 26 años, alumno de Administración Empresarial en la Universidad Central.
“La gente está abierta para dar la información que le solicitamos. Lo importante es que todas las personas que he entrevistado entienden lo que les pregunto”.
Hasta hace dos meses, cuando se realizó el plan piloto del censo económico, muchas personas no entendían las interrogantes que se planteaban, por lo que tuvieron que modificarse para que toda la gente las comprenda.
El INEC también realizó procesos de difusión para que la gente esté preparada a la llegada de los entrevistadores. En Quito el proceso funcionó, pero no en Guayaquil. Allí los propietarios de pequeños negocios instalados en la avenida Domingo Comín, en el sur de la urbe, fueron sorprendidos con las preguntas.
Una de ellas fue Mireya Pin, quien tiene un puesto de venta de películas y música en su casa. A pesar del desconocimiento que tenía sobre el censo accedió a responder las preguntas que le hizo la entrevistadora Karen Muñoz.
“No sabía que venían hoy, pero por si acaso este pequeño negocio lo tengo para ayudar a mi hijo. Él tiene 20 años y no puede caminar”, dijo antes de la encuesta.
La pregunta que más tiempo le tomó responder fue aquella que le consultaba: ¿cuánto compró en mercadería durante el 2009?
Luego de un par de minutos de cálculos mentales y de observar las copias de cerca de 50 discos que colgaban en las paredes, lanzó una respuesta con recelo: como USD 300. Luego de 15 minutos, el interrogatorio culminó.
Miguel Bastidas, administrador del Cyber Hi 5, sí conocía del censo económico, pero no esperaba que este iniciara ayer. El local tiene tres computadoras y dos locutorios telefónicos.
A Bastidas se le explicó que la información proporcionada sería confidencial y serviría para que, posteriormente, el Gobierno haga planes de financiamiento para los microempresarios. Y no para controlar el pago de tributos, tal como fue el temor de la gente. “Si es para ayudar a los negocios, está bien este censo”.
Un proceso que tiene tres fases
El director nacional del INEC, Byron Villacís, explicó que el censo económico está dividido en tres fases: actualización cartográfica, empadronamiento y encuestas especializadas en sectores.
El empadronamiento se hará entre septiembre y noviembre de este año y consistirá en registrar a las empresas y los pequeños comercios de todo el país.
El INEC tiene previsto recorrer todas las poblaciones con más de 2 000 habitantes en el territorio nacional. Durante este proceso se buscarán datos entre los que están: ubicación de los locales, clasificación por rama de actividad, ingresos, gastos, inventarios e información de activos fijos.
Previo a esta fase se realizó la actualización cartográfica, que consistió en digitalizar los mapas de todo el país y determinar cuáles son las poblaciones a las que deben llegar los encuestadores.
Una vez que termine el proceso de registro, se analizará la información obtenida y se presentarán los resultados en abril del 2011. Según David Vera, coordinador general de censos, posterior a ello se realizarán encuestas especializadas a determinados sectores productivos como manofacturero, agrícola, entre otros.
Las encuestas se realizarán de manera aleatoria a comercios pertenecientes a distintos sectores productivos. Los resultados se espera que estén listos en octubre del año siguiente.
El Gobierno decidió poner en marcha este censo debido a que el país no cuenta con información económica actualizada desde 1980, año en que se hizo el primer censo de este tipo en la nación.
“Todas las encuestas que se hacen en Ecuador, para obtener cualquier tipo de cálculo, se basan en estimaciones de un universo que se determinó hace 30 años. Entonces podrán imaginar la cantidad de errores que se producen”, señaló Villacís.
Los datos que se obtengan arrojarán información desagregada sobre el número de tiendas, de empresas, de centros artesanales, sectores productivos a escala nacional, entre otros. El Banco Central también hará uso de esta información, pues es básica para la actualización del sistema de cuentas nacionales.