El Régimen está usando los ingresos petroleros de los próximos años para cubrir sus necesidades actuales. Es como comprar el pan y la leche y pagar con tarjeta a 12 meses plazo.
Eso es insostenible y es producto de tener un déficit sin financiamiento seguro, escasos incentivos para la inversión privada y un gran protagonismo del Estado, que se evidencia en un presupuesto de USD 24 000 millones, donde existe un buen componente de subsidios ineficientes.
En ese contexto llegaron esta semana USD 1 000 millones, producto de una nueva venta anticipada de petróleo a China, aliviando la caja del Gobierno que hasta el 11 de febrero pasado ya no tenía plata en su cuenta de ahorro.
Los recursos frescos de China, que le permitirán al Régimen ponerse al día con los proveedores, llegaron antes de que culminara una operación anterior con China, dejando al descubierto que al Fisco le urge más plata.
En julio del 2009 se firmó un convenio similar con una duración de dos años. En esa época el país aceptó pagar una tasa de interés de 7,25%, un poco alta, pero que reflejaba el riesgo de un país con pocas opciones para conseguir financiamiento externo.
Ahora debiera ser diferente, ya que los países de la región son menos riesgosos. Además, las naciones petroleras están recibiendo hoy USD 100 por cada barril. Pero con el nuevo convenio con China Ecuador pagará una tasa de interés de 7,08%, mientras que países vecinos consiguen menos del 5% y que organismos multilaterales están prestando a tasas incluso menores.