Con música y danza montubia, en una fiesta dedicada al cacao nacional fino y de aroma, la Fundación Maquita Cushunchic inauguró la agroexportadora MCCH, ubicada en el km 26 de la vía Perimetral, en Guayaquil.
En el evento participó Jan Vingerhoets, director de la Organización Internacional del Cacao (ICCO, por sus siglas en inglés). Él está en el país para conocer los avances en el control de calidad del grano de exportación.
El 10 de septiembre próximo, Ecuador irá a un panel donde la ICCO resolverá, en Londres, el porcentaje de calidad del cacao.
Desde 1994, el producto ecuatoriano tiene una calificación del 75%, pero antes el porcentaje de calidad era del 100%. La reducción se dio por quejas de importadores europeos, quienes aseguraban que el sabor del cacao nacional había desmejorado.
Incluso, hasta el 2007 se mantenía el malestar por problemas de mezclas entre el cacao fino –de mazorca amarilla- y el clonado CCN51 –de color rojo-, expresó el holandés Vingerhoets.
Sin embargo, luego de visitar cultivos, una planta experimental de investigación y centros de exportación del grano, el director Internacional del Cacao consideró que la situación ha mejorado.
“Ya no se escuchan quejas del producto ecuatoriano en estos dos años”, dijo ante el Directorio de la Asociación Nacional de Productores y Exportadores de Cacao (Anecacao), el miércoles.
Pero ayer, durante la inauguración de la agroexportadora MCCH, Vingerhoets indicó que a Ecuador le falta mejorar los ingresos de los productores, para disminuir la pobreza en el campo.
Ante una mesa directiva integrada, entre otros, por el padre de origen italiano Graziano Masón, presidente de Maquita Cushunchic, y el ministro de Agricultura, Ramón Espinel, el director de la ICCO hizo cuatro sugerencias.
Estas son que los productores reciban material vegetativo de alta calidad, disminuir el impacto de plagas, dotar de tecnología a los cultivos y cumplir con la calidad exigida por el comprador.
Pero, pese a ello, el ministro Espinel destacó que Ecuador está preparado para mejorar su calificación. Dijo que está en proceso la declaratoria de patrimonio nacional a este producto. Además, dentro de poco será Agrocalidad –institución estatal de control agropecuario- la que certificará el cacao fino y de aroma.
Actualmente, el gremio privado Anecacao ejerce dichas funciones, pero eso va a cambiar muy pronto, expresó Espinel.
“La certificación de cacao no puede ser solo a través de la separación de granos, sino que hay que hacerlo con métodos científicos, como la identificación de ADN de cada grano. Eso ya lo tenemos”, puntualizó.