Expertos de la Policía Nacional investigan el tipo de material utilizado en dos bombas que explotaron la tarde de ayer en el centro de Guayaquil.
El primer aparato hizo explosión pasadas las 14:00, en el primer piso de la Dirección de Salud, en Padre Aguirre y Panamá, a pocos metros del despacho de Rosario Cantos, directora.
Ella se percató del humo que salía de una caja de cartón en el pasillo y pidió al personal evacuar de inmediato. La explosión causó destrozos en vidrios, mobiliario y puertas. Un empleado sufrió heridas leves en la pierna.
Personal del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) acudió al sitio a recoger muestras.
Minutos después, a cuatro cuadras de allí, la explosión de una bomba panfletaria causó alarma y preocupación en el sector aledaño al Mercado Artesanal.
Cerca de las 14:15 explotó un aparato en las calles Loja y Baquerizo Moreno. Decenas de panfletos en contra del Gobierno se dispersaron por los aires, muchos de los cuales fueron luego recogidos por los transeúntes.
El documento tiene por título ‘El derecho al trabajo está garantizado en la Constitución y lo haremos respetar a sangre y fuego’. Está firmado por las Fuerzas Armadas Insurgentes Revolucionarias del Ecuador (Faire).
El texto dice: “El gobierno de Rafael Correa Delgado y su movimiento País, han radicalizado su posición de derecha, dictatorial y antidemocrática”. Cuestiona el despido masivo de trabajadores y trabajadoras del sector público, atentando contra la estabilidad laboral. “Y por ende el derecho humano al trabajo. Esta medida desde ya la calificamos como terrorismo de Estado”, agrega.
En rueda de prensa, el gobernador del Guayas, Roberto Cuero, dijo enfáticamente que “este tipo de acciones no van a amedrentar al Gobierno. Vamos a seguir con este proceso de cambios”.
Cuero añadió que esperará los resultados de las investigaciones de la Policía para emitir un criterio más real. Sin embargo, no descarta la hipótesis de que ambas explosiones tengan relación.
Las denominadas Faire califican los despidos masivos en el sector público como un “hecho inconstitucional, ya que está fuera del ámbito de la Ley Orgánica de Servicio Público, irrespeta además los convenios laborales de la OIT y tratados internacionales de derechos humanos”.
El escrito invita, en un “llamado revolucionario e insurgente”, a todos los jóvenes del Ecuador “a integrar las filas de las milicias y el ejército popular acabando de una vez por todas con las mafias de la derecha ahora identificadas como Alianza País…”.
La proclama de las Faire concluye con un mensaje “contra la violencia reaccionaria de Correa insurrección armada popular. Adelante la lucha armada insurgente y guerrillera”.
Algunas propietarias y empleadas de negocios del Mercado Artesanal se mostraban nerviosas por la fuerte detonación. Desde ese sitio se podían observar entre las hojas de un árbol, a unos 7 metros de altura, varios panfletos.
En la tienda Al empate Calceta y en Parrillada El Sargento, junto al sitio de la explosión, se rompieron algunos vidrios.
A finales del mes pasado, el Gobierno separó a 2 700 empleados públicos, con el argumento de que existe corrupción en las entidades estatales. Sin embargo, el Presidente aclaró ayer que no solo fue por corrupción, sino también por maltrato, resistencia al cambio, etc. Y añadió: “Hay corrupciones evidentes, pero que no se pueden demostrar. Tenemos que actuar”.
La separación de los burócratas se amparó en un polémico Decreto Ejecutivo que permite la compra obligatoria de renuncias.
La Policía investiga
Una señora se vio afectada por la onda explosiva de la bomba panfletaria. Fue llevada al Hospital Luis Vernaza, enfrente.
El acceso a la Dirección de Salud fue restringido para el personal y la prensa. La Policía Nacional acordonó el lugar hasta que se recopilasen las pruebas.
El gobernador Roberto Cuero no descartó la posibilidad de destinar a personal de la Policía para la protección de las entidades públicas donde se produjeron compras de renuncias.