Bolivia sigue en un clima de nervios

El rumor acerca de un inminente aumento del precio de las gasolinas en Bolivia provocó largas filas de vehículos, especialmente de servicio público, en las gasolineras, el fin de semana.

Las filas cesaron luego de que autoridades del Gobierno negaran la posibilidad de un reajuste en los precios de los combustibles, pero igual la gasolina y el diésel comenzaron a escasear. Los bolivianos, y en especial los transportistas, están especialmente sensibles con el tema luego de que el Gobierno elevara los precios de las gasolinas hasta en un 83% el pasado diciembre, medida que luego anuló frente a incontrolables protestas sociales en las calles, que dejaron 15 heridos.

El rumor surgió luego de que la Oficina de Impuestos comenzara a controlar que las gasolineras cumplan con la emisión de facturas, para evitar la creciente evasión fiscal.

A pesar de que se trató solo de un rumor, el servicio público de taxis elevó arbitrariamente sus tarifas hasta en un 30%. Esto ocurrió en un contexto de alzas permanentes y creciente escasez de comestibles, como el azúcar o el pollo.

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