Las autoridades bancarias y de los bancos centrales de 27 países alcanzaron ayer un acuerdo para implementar normas más estrictas sobre el capital propio del que deben disponer los bancos, las llamadas reglas de Basilea III.
El objetivo del paquete de reformas es exigir mayor liquidez a los bancos. La última palabra la tendrán los jefes de Estado y de Gobierno de las naciones económicas más importantes (G20), que en noviembre debatirán sobre el paquete en Corea del Sur.Además, se solicitó que las nuevas reglas sean válidas en todos los países. Lo que más se teme es que al final, EE.UU. no participe y de esta manera tenga ventajas competitivas
El Comité de Basilea garantiza una supervisión eficaz de las actividades bancarias, y con el paso del tiempo sus normas de supervisión se han convertido en un referente en todo el mundo.
Las reglas de Basilea III apuntan hacia forzar a las entidades bancarias a estar mejor preparadas para posibles crisis futuras y poder afrontar turbulencias sin recibir ayudas del Estado. El objetivo es que los bancos dispongan de más capital propio.
El Banco de Pagos Internacionales (BPI), con sede en Basilea, indicó que a partir del 2013 los bancos deberán aumentar escalonadamente la cuota mínima de capital del actual 2% al 4,5%. Además, la novedad es que los bancos deberán armar un colchón de capital de 2,5% para resistir futuros períodos de estrés, llevando los requisitos de capital al 7%.
La idea de introducir escalonadamente las reglas, y con plazos más largos de transición, es evitar que los bancos acumulen cargas demasiado altas y que se restrinja la concesión de créditos, algo que tendría importantes efectos sobre toda la economía.
Adicionalmente, el BIP, el grupo de gobernadores y jefes de supervisión y el órgano de supervisión del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, anunciaron un refuerzo sustancial de los requisitos actuales de capital y respaldaron totalmente los acuerdos que lograron el 26 de julio.
Estas reformas de capital, junto con la introducción de un estándar global de liquidez, están en línea con los puntos centrales de la agenda de reforma financiera y serán presentados a los líderes del G20 en noviembre.
En términos generales, las conclusiones se corresponden con las expectativas que había al respecto. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, dijo que “los acuerdos logrados son un fortalecimiento fundamental de los estándares globales de capital”. Y agregó que su contribución a la estabilidad financiera de largo plazo y crecimiento será vital. Los acuerdos de transición permitirán a los bancos lograr los nuevos estándares mientras respaldan la recuperación económica.
También el Banco Central de Alemania, Bundesbank, celebró el acuerdo. Su presidente Axel Weber indicó en Fráncfort que se encuentra contento de que se haya logrado llegar a un marco internacional consistente y exigente para las nuevas exigencias mínimas de capital de los bancos.