El mundo necesitará 600 millones de empleos más para mantener las actuales tasas laborales estables en los próximos 15 años, explicó este lunes, 1 de octubre, un informe del Banco Mundial, que pide a los gobiernos que faciliten la tarea al sector privado para crear trabajo.
“El desafío en el segmento juvenil es por sí solo impactante. Más de 620 millones de jóvenes no trabajan ni estudian. Solo para mantener las tasas laborales estables, la cantidad de empleos a nivel mundial tendría que aumentar en unos 600 millones durante los próximos 15 años”, explicó el Informe sobre Desarrollo Mundial que publica anualmente el Banco Mundial (BM).
Divulgado días antes de la asamblea anual del BM en Tokio, el informe destaca que la lucha para superar la pobreza pasa por poner un pie en el mercado laboral, en especial para las mujeres.
“Es fundamental que los gobiernos trabajen bien con el sector privado, el cual da cuenta del 90% de todos los puestos de trabajo”, sostuvo el presidente del Banco, Jim Yong Kim.
El informe “Empleos” recuerda por ejemplo que en Brasil el 95% de los puestos de trabajo fueron creados por el sector privado entre 1995 y 2005.
A nivel mundial, más de 3 000 millones de personas -poco menos de la mitad de la población total- tiene un empleo, pero casi la mitad se desempeña en labores agrícolas, pequeñas empresas familiares o como jornaleros, con bajos salarios y prácticamente sin redes de protección social.
América Latina y el Caribe han tenido un comportamiento positivo, en especial en el caso de las mujeres.
El informe fue hecho a partir de los resultados de más de 800 encuestas públicas y privadas en los últimos años. Uno de ellos muestra que en 10 de 18 países latinoamericanos fueron los incrementos salariales los que permitieron reducir en más de la mitad el porcentaje de pobreza.
En otros términos, los planes públicos, exitosos por sí, como los programas de transferencia de dinero con condiciones para los más pobres, no se pueden comparar con el papel del sector privado.
Desde los años 1980, más de 70 millones de mujeres han ingresado al mercado laboral en la región, con lo que su tasa de participación aumentó del 36% al 43%.
Comparativamente, la tasa de participación de las mujeres en África y Oriente Medio creció solamente un 0,17% en tres décadas.
Y los estudios demuestran además que gracias a reformas desde esa “década perdida” de los años 1980, América Latina mostró más flexibilidad en términos laborales para soportar el impacto de la crisis financiera de 2008.
“La Gran Recesión produjo comparativamente menos destrucción de empleo en esa región”, explicó el texto.
“La incertidumbre financiera mundial es la nueva certidumbre”, advirtió este lunes el presidente del BM en un acto sobre América Latina y el Caribe celebrado en la Cámara de Comercio estadounidense en Washington.
América Latina crecerá en torno al 3% este año, según las estimaciones, explicó Kim, para quien los desafíos son también considerables.
La ciudad de Bogotá deberá duplicar su oferta inmobiliaria de aquí a 2025, puso como ejemplo Kim.
“El discurso de fondo es que se necesitan inversiones privadas masivas”, añadió.
Los pobres en la región se autoemplean, y las microempresas son mayoritarias en el campo, más que en la ciudades, revela el texto. Más de la mitad de las pequeñas empresas de la región se crean en ciudades con menos de 20.000 habitantes o en zonas rurales.
El comercio es la base de esas empresas, y es que los salarios siguen siendo bajos en las empresas manufactureras.
Cuanto más seguro es el empleo, mejor es el resultado. En seis países de la región se descubrió que la productividad era un 30% superior en las empresas formales que en las informales.