Xavier Basantes (O)
Editor del Semanario LÍDERES
Uno de los grandes acontecimientos económicos de esta semana (y del año) acaba de suceder en China: se realizó, del 10 al 11 de noviembre, la XXII cumbre del Foro Económico Asia-Pacífico (APEC).
En este encuentro, los presidentes y jefes de Estado de las 21 economías más importantes, que representan más de la mitad del PIB mundial y casi la mitad del comercio del planeta, reforzaron el compromiso de afianzar el intercambio comercial y decidieron avanzar en una “hoja de ruta” con vistas a crear una zona de libre comercio en la región Asia Pacífico (Ftaap).
En el encuentro, los mandatarios de Chile, México y Perú, los únicos tres miembros latinoamericanos del foro, fueron los más activos y desarrollaron una extensa agenda de reuniones con sus socios, empresarios e inversores. El objetivo de esos presidentes fue establecer canales que les permitan atraer más inversiones, para contrarrestar los efectos de un menor crecimiento proyectado para los próximos años, algo que podría evidenciarse en el 2015.
El Foro APEC se creó en 1989 y en esencia lo que busca es diseñar y ejecutar políticas para lograr un incremento en las relaciones económicas (comercio, inversión) y cooperación tecnológica entre los países miembros. Además, tiene varias comisiones temáticas (cooperación, energía, seguridad alimentaria, etc.).
¿Por qué Ecuador no ha logrado involucrarse en este Foro? Eso pasa por el cumplimiento de aspectos que en nuestro país aún son motivo de debate político e ideológico y no de una reflexión más profunda que busque soluciones para estar en las ‘grandes ligas’.
Para ser miembro de este foro, un país debe ser una economía en crecimiento y abierta al exterior; desarrollar crecientes relaciones comerciales y políticas con la región Asia-Pacífico. Si estuviéramos en APEC, Ecuador podría aprovechar ese estatus, beneficiarse de las comisiones temáticas, del desarrollo tecnológico, atraer más inversión extranjera. Pero la realidad es otra. Seguiremos esperando.