El Anticipo al Impuesto a la Renta generó USD 42 millones extras

Ilustración sobre pago de  impuestos.

Ilustración sobre pago de impuestos.

El 2010, el primer año de vigencia del Anticipo al Impuesto a la Renta, fue positivo para el control de las recaudaciones de los contribuyentes del país, según la autoridad tributaria.

Con la aplicación de esta normativa, que fue duramente criticada por varios sectores empresariales, el Fisco recaudó USD 42 millones extras, como efecto del ajuste a lo que las sociedades declararon como Impuesto a la Renta (IR) causado durante ese año.

Carlos Marx Carrasco, director del Servicio de Rentas Internas (SRI), explica que en el 2010 se detectó a 48 grandes contribuyentes que mantenían “la mala práctica de declarar su tributación en cero. Con la aplicación del Anticipo se logró que al menos ese valor sea pagado. Esto nos ha dado toda la razón, de que era imprescindible que a este Anticipo era necesario convertirle en un impuesto mínimo”.

Según las cifras del SRI, el Impuesto a la Renta causado en el 2010 en los 201 grandes contribuyentes llegó a USD 828 millones. Con el ajuste a través del Anticipo ese valor se incrementó a USD 851 millones, es decir, 23 millones más. Esta cifra representó más de la mitad de lo pagado por el Anticipo el año pasado.

Desde el 10 de julio del 2010, el SRI arrancó con la aplicación de la normativa. Los resultados del ejercicio fiscal del 2011 recién podrán conocerse luego de que las sociedades reporten sus operaciones contables hasta abril de este año, según el cronograma de declaración del IR.

Este impuesto es obligatorio para las empresas o personas naturales obligadas a llevar contabilidad y se calcula mediante la suma aritmética del 0,2% del patrimonio total, más el 0,2% de los gastos y costos deducibles. Además, el 0,4% del activo total y el 0,4% de las ventas. Una vez realizado el cálculo, el monto total resultante se divide para dos y ese valor es el que se debe cancelar en julio y septiembre de cada año.

Para Pablo Aguirre, consultor de la firma PwC Asesores Empresariales, lo que hace el anticipo es obligar a las compañías a pagar al menos un valor mínimo por su renta causada, así no generen utilidades. “Es una forma que tiene el Fisco para garantizarse un pago, aunque mínimo, en el año”.

Pero esto aún es considerado una carga tributaria adicional por varios empresarios. El director de una de las empresas consideradas como grandes contribuyentes, que pidió la reserva, señaló que con esta decisión la carga impositiva para la empresa aumentó a un 38% .

“Estoy de acuerdo que la autoridad tributaria utilice este mecanismo para que tenga una mayor presión sobre los que no pagan. Pero al hacer eso, nos mete a todos en la misma bolsa y, al final, quienes no pagaban, ahora pagan al menos un mínimo, y quienes pagábamos ahora tenemos que pagar un adicional. La carga fiscal sin duda es mucho mayor”.

Y en eso coincide Francisco Romero, el jefe financiero de una productora de alimentos, para quien la normativa, tal como se advirtió en el momento de su discusión, iba a “meter presión sobre las compañías. Nos obliga a pagar por anticipado dinero que aún no tenemos en nuestras manos. Es como si compráramos en planos una vivienda, con la única diferencia que ahí nos entregan la casa al final y acá, en teoría, lo deberíamos ver en servicios públicos”.

En cambio, el contador Manuel Naranjo considera que la medida es acertada en cuanto permite al Gobierno controlar la mala práctica de ciertas empresas de declarar en cero, a propósito, para no pagar impuestos. No obstante, señala que “la autoridad tributaria debe ser un mejor papá. No solo con látigo funcionan las cosas. También se puede dar incentivos a las empresas que sí cumplen. Esa parte le falta al Gobierno”.

Pero el Director del SRI asegura que las empresas sí pueden beneficiarse con el Código de la Producción y otras reglas de juego.

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