Andrés Isch: 'En 15 días empleadores deben reportar aplicación de la Ley Humanitaria al Ministerio de Trabajo'

Andrés Isch, ministro de Trabajo de Ecuador

Andrés Isch, ministro de Trabajo de Ecuador

Andrés Isch, ministro de Trabajo de Ecuador. Foto: Cortesía Ministerio de Trabajo

Entrevista a Andrés Isch, ministro de Trabajo, es Abogado, especialista en liderazgo y políticas públicas con experiencia en el sector público y privado.

¿Cómo encuentra el mercado laboral?

Estamos viviendo momentos extraordinarios no solo en el país, sino en la región. Tenemos que comenzar a adaptarnos a esta realidad y a tomar decisiones que nos ayuden, como primer objetivo, a preservar las fuentes de empleo existentes y generar condiciones para nuevas plazas. Segundo, tenemos que cuidar los recursos de los ecuatorianos. Esos dineros tienen que dirigirse a proyectos de inversión que mejores resultados le den a la propia ciudadanía: educación, salud, seguridad y reactivación productiva. El tercer objetivo es simplificar la gestión del Ministerio, que tiene que velar porque las relaciones laborales sean justas y equitativas.

¿Tiene datos de la pérdida de empleo y cómo se proyecta hasta fin de año?

Según datos del mercado formal, se han terminado 250 000 contratos laborales, pero no es una cifra neta, porque también han ingresado 80 000 contratos nuevos. Pero, de todos modos, 170 000 contratos menos es una cifra importante. Por otro lado, está el mercado informal que tienen menos garantías de acceso a derechos como la seguridad social. Es más difícil controlar en ese sector que no haya abusos. Una tarea del Ministerio es facilitar que esa población entre al mercado informal. Las proyecciones hasta fin de año son difíciles de medir. Lo que se puede hacer es tratar de anticiparnos a la realidad de los siguientes meses.

¿Cómo?

Quitar barreras y, en este tema, hay que hacer reformas sistémicas para generar modalidades que generen empleo, de calidad y justo. Tenemos que generar nuevas capacidades en la población. A través del Secap tenemos que enseñarle a la ciudadanía a emprender de manera segura, en barrios y comunidades. Eso va a ayudar a que se reactive la economía a escala local. Finalmente, velar desde el Ministerio para que las relaciones entre trabajadores y empleadores sean justas y sin abusos.

¿Cómo va la aplicación de la Ley Humanitaria?

Hemos emitido los acuerdos para que los empleadores comiencen a registrar la información y en 15 días existan los datos sobre la aplicación de la Ley.

¿Cómo actuará el Ministerio para que se cumplan los derechos de los trabajadores?

Las cosas que son importantes garantizar desde el Ministerio son el debido proceso. En segundo lugar, que esos procesos sean ágiles. Si el Ministerio se toma demasiado tiempo para analizar, se afecta a los derechos. También se necesita quitar discrecionalidad en las decisiones y con eso me refiero a hallar mecanismos que sean mucho más eficientes para que se apliquen de manera rápida y equitativa.

¿Tiene un balance de la aplicación del teletrabajo, ya que muchas empresas entraron sin mayor experiencia?

Tenemos más de 430 000 personas bajo esa modalidad, entre sector público y privado. Esto hay que seguir impulsando. Mientras más gente esté bajo esta modalidad y no tenga que movilizarse, más se va a poder reducir el nivel de contagios. Tenemos que seguir trabajando para que existan herramientas necesarias para que la actividad sea adecuada, que se garanticen los períodos de desconexión y descanso y que el trabajo sea eficiente. Hemos tenido todos que adaptarnos. Tendremos que ir quitando todas aquellas cosas que puedan ser un impedimento para que esta nueva modalidad siga desarrollándose de forma adecuada.

¿Cómo se precisarán todos esos detalles?

A través de una normativa secundaria y de acuerdos debemos seguir afinando esta herramienta.

La Ley Humanitaria da la potestad al empleador para definir las vacaciones del trabajador del 2020 y 2021, ¿eso cómo va a funcionar?

Lo que se busca es preservar las fuentes de trabajo y que los empleadores se sienten con sus trabajadores y vean las mejores condiciones para que sus industrias no quiebren. Pero no por se van a dar abusos. Es importante que las partes vayan encontrando esos ajustes que hacen falta para que puedan hacer frente a las dificultades que ahora tienen con el trabajo presencial en medio de la pandemia.

¿Se puede bajar la jornada y el salario?

El piso es el salario básico, nadie puede ganar menos del básico o su proporcional en jornada reducida o parcial o emergente establecida en la Ley Humanitaria. En la Ley se establece que al menos se debe pagar el 55% del salario si reduzco la jornada a la mitad bajo la llamada figura de "reducción emergente a la jornada". No se pueden dar abusos.

¿Cuál es la diferencia entre la reducción de la jornada hasta en un 25% que contempla el Código de Trabajo y la reducción de la jornada de la Ley Humanitaria?

La reducción de la jornada contemplada en el Código del Trabajo, de hasta el 25%, no contempla una reducción en el aporte del IESS, fondos de reserva y otros beneficios.

En cambio, la reducción “emergente” de la jornada de la Ley Humanitaria, que es hasta de un 50%, sí. En este caso, el aportes al IESS, por ejemplo, se hace de acuerdo a lo efectivamente laborado. Otros beneficios, excepto las utilidades, son proporcionales a la jornada. Utilidades no se afecta, reitero.

¿Cómo ve las demandas de inconstitucionalidad que se están presentando en contra de la Ley Humanitaria?

Somos respetuosos de las instituciones del Estado. Cuando la Corte Constitucional resuelva este tema, acogeremos esa decisión y se aplicará; mientras tanto, tenemos un marco legal que está vigente.

¿Se va a presentar una reforma al Código en estos 10 meses?

Se necesita un acuerdo nacional. Hay muchas partes que tienen algo que decir algo en ese proceso; entre ellos, los trabajadores que son parte de sindicatos, aquellos que no están en un sindicato, personas en el mercado laboral informal, jóvenes sin trabajo, jubilados que no hallan actividad económica. Esto es importante porque ese diálogo va a marcar el futuro del mercado laboral y no solo estos diez meses que restan. Buscaremos tratar de tener un consenso y, alrededor de ese consenso, actualizar la legislación y las instituciones a lo que se necesita.

¿Está entre las acciones la presentación de una reforma?

No necesariamente, pero sí marcar el camino de estos diálogos y de ese consenso. Si eso se logra, bienvenido. Si no da el tiempo, al menos el camino debe estar trazado para que las propuestas sean nacionales y no únicamente de un sector.

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