El semanario Líderes presenta esta semana un informe sobre la situación actual del país con relación al otorgamiento de créditos hipotecarios, frente a las realidades de otros países del mundo.
En Ecuador, la entrega de créditos hipotecarios creció un 8,5% entre el 2010 y el 2011. Esto, según analistas económicos, demuestra que en el país no se puede dar una burbuja inmobiliaria, ya que el Biess (principal entidad estatal que da créditos para viviendas) y los bancos privados son muy rigurosos a la hora de otorgar el dinero para comprar bienes.
Otorgar créditos a clientes con calificación positiva en el sistema y endeudarse bajo los parámetros reales de posibilidades de pago son algunas de las enseñanzas que deja la crisis económica para aplicar.
El pasado 9 de abril, el Ejecutivo envió a la Asamblea Nacional el proyecto de Ley para la Regulación de los Créditos de Vivienda. Con esta medida se trata de evitar que en el país sucedan problemas con los préstamos hipotecarios, tal como ocurrió en España y EE.UU.
El texto busca respaldar al deudor y plantea que en caso de no tener dinero para pagar su crédito entregue la casa y su deuda se salde. En España se calcula que alrededor de 15 000 familias ecuatorianas tiene problemas con el pago de sus hipotecas. 300 000 de ellas han sido desalojadas de sus hogares en el territorio español.
Localmente, el Biess es el encargado de soportar la mayor cantidad de demanda de préstamos hipotecarios. El año pasado, la entidad financiera entregó el 58% del total de créditos de vivienda. Una de las medidas de la institución es que sus peritos fijen precios conservadores de los bienes para que la deuda no se eleve.