Según el Banco Mundial, el valor agregado de la industria ecuatoriana, medido en función del PIB, pasó del 38% en el 2010 a 41% el año pasado.
El Semanario Líderes, en la edición que circula, desarrolló un análisis de los sectores que generan más valor agregado a partir una serie de diálogos con representantes de compañías locales.
Para el catedrático e investigador Guido Caicedo, de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol), el valor agregado se define como aquello que una industria agrega a un insumo o la materia prima utilizada para la elaboración de un producto o un servicio.
Algunos ejemplos: convertir cacao fino de aroma en barras de chocolate puro de exportación, confeccionar sombreros a mano, o fabricar con acero una torre de destilación para exportarla a una refinería en Nigeria o Iraq.
En el país los indicadores de valor agregado son favorables.
Los datos más recientes de la Encuesta de Manufactura y Minería (2009) del INEC señalan que los cinco sectores que generan más valor agregado en monto fueron la elaboración de alimentos y bebidas; la refinación de petróleo; la fabricación de productos químicos; la fabricación de otros minerales no metálicos; y la fabricación de productos de caucho y plástico.
El consultor Geovanny Romero señala que para definir el valor agregado en un proceso productivo es importante identificar el flujo de valor, es decir, todas las actividades que realmente agregan valor (que hacen que el cliente pague por el producto o servicio) que permiten que se cumpla o alcance el proceso productivo.
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