José Pérez (nombre cambiado), distribuidor de azúcar, está desesperado porque de los 400 quintales que recibía semanalmente apenas le llegan 10. “Mi negocio se está yendo a pique. No tengo producto para entregar a las tiendas y por lo tanto no obtengo ganancias”.El comerciante aseguró que fue personalmente a los ingenios azucareros para que le vendan el producto pero le negaron. En su afán por conseguir azúcar encontró a otros distribuidores que le ofrecieron proporcionarle bultos de 50 kilos, directo de los ingenios. Sin embargo, para ello tenía que dar USD 10 más del precio regular de 30. “Esto me demuestra que el problema de la escasez gira en torno a un círculo entre los ingenios y los grandes distribuidores. Aquí los que perdemos somos los medianos y los que utilizan el producto como materia prima”.Una de ellas es Sonia Mosquera, propietaria de la fábrica de helados Kedely. Teme que ante la escasez de la azúcar tenga que reducir la producción de las paletas que comercializa a USD 0,10. “Para no hacer esto he buscado azúcar en cientos de lugares. En los pocos sitios que encontré me tocó adquirir el quintal a USD 40, es decir, casi 13 más del valor al que compro siempre”.Una situación similar vive Marcela Flores, dueña de la panadería Susmar, ubicada en el barrio Pío XII. Ella asegura que solo ha logrado conseguir un quintal de los cinco que compra cada quince días. “Estoy haciendo alcanzar eso para elaborar el pan”.En condiciones normales ella utiliza seis kilos diarios de azúcar para elaborar 1 502 panes y 10 kilos para la preparación de cinco pasteles y 20 pastas. Ahora ha reducido el porcentaje de endulzante que pone en la masa. Lo mismo le ocurre a Carlos Paredes, quien ha comenzado a utilizar panela para elaborar los jugos que vende en su restaurante de comida rápida. “Pero quiero tener azúcar. Mañana (hoy) voy a ver si logro comprar algo en los puestos de venta que va a colocar la Intendencia en la urbe”.Las intendencias de Policía de todas las provincias del país firmaron un convenio con los ingenios La Troncal, San Carlos y Valdez para que vendan el producto directamente a los consumidores en puntos estratégicos. La venta comienza hoy, a las 06:00 en puntos estratégicos de Pichincha, Guayas, Cañar y Manabí. Se repartirán dos kilos por persona del ingenio La Troncal. En el resto de provincias, San Carlos y Valdez realizarán la venta directa a los consumidores.Según los industriales, la escasez del producto se debe a la fuga del producto a Colombia y Perú. Así lo confirmó Miguel Pérez, presidente de la Federación Azucarera del Ecuador, quien dijo que más de 70 000 sacos (de 50 kilos) salen mensualmente por la fronteras, pues en Colombia se vende el quintal en USD 44. El Servicio de Vigilancia Aduanera anunció que se reforzaron los controles en las fronteras.
En las capitales de las provincias fronterizas la escasez ha provocado un incremento de precios de unos USD 0,10 por libra. En Imbabura la venta es irregular desde hace dos semanas. Allí está ubicado el Ingenio Azucarero del Norte, que a diferencia de los ingenios de la Costa, no tiene azúcar para vender. Según Alberto Enríquez, presidente ejecutivo de la empresa, el desabastecimiento ocurre porque la planta productora fue sometida a un mantenimiento de rigor desde el primero de abril. El proceso finalizará a fines de mes. Paradójicamente, en Imbabura hay una sobreproducción de caña de azúcar. El año pasado se registraron 150 000 toneladas métricas y para el presente año se espera que las cosechas sobrepasasen esa cantidad.