La aerolínea nacional Ícaro cuenta con un nuevo liquidador desde la semana pasada. Manuel Espín es la nueva autoridad de la empresa.
La Superintendencia de Compañías emitió una resolución el pasado 13 de octubre, luego de que el anterior liquidador, Darwin Jaramillo, presentó su dimisión al cargo, después de estar un mes en funciones.
En el documento de la Superintendencia de Compañías se señala que a Espín le corresponde “la representación legal judicial y extrajudicial de la compañía, para los fines de la liquidación”. Su nombre fue inscrito el 14 de octubre pasado en el Registro Mercantil.
A pesar de que la Superintendencia no emitió declaraciones al respecto, Jaramillo señaló que las causas de su renuncia fueron comunicadas a la autoridad de control. Argumentó que dejó el cargo para “precautelar” su integridad física, debido a que ha recibido amenazas de directivos de Ícaro, donde aseguró que existe un “manejo irregular”.
Sin embargo, Esteban Saltos, uno de los accionistas de Ícaro, señaló que Jaramillo dispuso arbitrariamente de fondos de la compañía y por eso la empresa le instauró un proceso penal.
Mientras esto ocurre, el único avión de Ícaro está paralizado desde el 2 de octubre pasado, luego de registrarse un daño en el motor del avión. Saltos afirmó que la nave estará operativa el 29 de este mes. La aerolínea tiene un segundo avión que está fuera de operaciones desde septiembre del año pasado y que no se conoce cuándo operará.