El anunciado impuesto ‘verde’ a las fundas (USD 0,10) y botellas de plástico (USD 0,02) genera incertidumbre en las industrias y empresas recicladoras de estos productos. El tributo apunta a motivar el uso de aditivos biodegradables, para disminuir el impacto ambiental, según el Régimen.
De acuerdo con la Asociación de Plásticos del Ecuador (Aseplas), la medida afectará a 500 empresas relacionadas al procesamiento de plástico y a unas 100 pequeñas y medianas empresas que reutilizan el producto.
La falta de claridad en el proyecto tributario acrecienta el temor de un sector que da trabajo a 15 000 personas de forma directa y 30 000 indirectamente, según datos de Caterina Costa, presidenta de Aseplas. “No conocemos detalles, de manera oficial, a qué tipo de producto exactamente se le pondrá impuestos”.
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Mario Bravo, propietario de Proceplast, por ejemplo, teme que con el nuevo impuesto a la botella su empresa tenga que cerrar. Esta se dedica a fabricar tuberías para sistemas de riego, fundas para banano y basura a base de botellas de polietileno y fundas plásticas recicladas.
Los USD 0,02 elevarían a USD 1 300 la tonelada de botellas plásticas, cuando en la actualidad se paga USD 400, sin contar con los costos de procesamiento.
“Si en el país se dedican a fabricar solo plástico biodegradable, ya no nos serviría para reutilizarlo. Tendrían que importar polietileno, o cerrar la fábrica”, dijo Bravo, con 41 años esta actividad.
El problema es que el sector plástico tuvo que afrontar un incremento de materias primas en los últimos tres años. Entre 2009 y 2010 el costo subió en un 30% y 60% , debido a la variabilidad en el precio del petróleo. Este año, la carestía para esta resina apunta a un 30%, explicó Costa.
La preocupación del sector fue pública el martes pasad o, cuando se criticó la falta de incentivos para invertir. El pronunciamiento lo hizo el Directorio de la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG).
Pero ayer, la ministra Coordinadora de la Producción, Nathalie Cely, respondió a breves rasgos las inquietudes de los industriales.
Vía Twitter, Cely le aclaró a Francisco Alarcón, presidente de la CIG, que el impuesto a fundas y botellas será redimible (devuelto en un tiempo definido a cambio de ciertos requisitos) y que las fundas en mención no son las industriales, sino las de compras.
Anteriormente, el presidente de la República, Rafael Correa, dijo que el impuesto será devuelto cuando las botellas sean derivadas a unas máquinas especiales de procesamiento. Pero tampoco hay detalles sobre la adquisición y operación de dicha maquinaria.
Cely también dijo que, en el caso de las botellas, están exentos del pago de este impuesto aquellas para envasar productos lácteos y medicamentos y otros que no entren en la categoría bebidas. Es decir, la carga impositiva apuntaría a botellas de colas, jugos, etc.
Ecuador recicla entre 30 y 40 000 toneladas de polietileno al año, de 70 000 toneladas con otros materiales de plástico, según la Asociación Ecuatoriana de Empresas Recicladoras.
La mayoría pertenece a botellas de PVC, que es donde generalmente se envasan las gaseosas.
En cuanto a las fundas plásticas serán gravadas únicamente las bolsas que tienen la finalidad de facilitar el transporte de cualquier producto adquirido en puntos de compras.
Al respecto, Corporación Favorita señaló por un comunicado que “las fundas biodegradables no serán gravadas con este impuesto. Si bien no hay en el país un laboratorio de envejecimiento de materiales plásticos que certifique la biodegradabilidad, todas las fundas que manejamos en los diferentes formatos comerciales, han sido certificadas como biodegradables en laboratorios de Canadá y Estados Unidos. Hemos sido pioneros desde hace cinco años en este tipo de materiales ”.
Para Ronald Bravo, gerente general de Reciplásticos S.A., los impuestos verdes no tienen beneficios ambientales ni económicos.
“Es importante saber que en la actividad de reciclaje son mas de 20 000 ecuatorianos que están relacionados directamente entre empleados, proveedores, etc”, dijo el empresario.
Bajo esa premisa, las industrias y las empresas recicladoras no se verán tan afectadas, como las familias de estos 20 000 ciudadanos y los consumidores, aseguraron estos industriales.
90 millones de botellas se gravarán
Redacción Negocios
El director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Carlos Marx Carrasco, explicó los alcances del impuesto que gravará con USD 0,02 U a las botellas plásticas y con SD 0,10 a las fundas. Esta reforma está en manos del Ejecutivo para ser enviada a la Asamblea con el carácter de económico urgente.
Específicamente, en cuanto a las fundas, se gravarán solo aquellas que se utilizan para el embalaje de las compras que se hacen en supermercados, tiendas, abarrotes, etc., cuando el producto ya va a colocarse dentro de ella.
[[OBJECT]]Las fundas biodegradables estarán exentas de este impuesto, pero antes deberá constituirse un organismo certificador que demuestre que esas fundas son de estos materiales reciclables.
También estarán gravadas las fundas de papel, ya que son altamente contaminantes.
El valor del impuesto será cobrado al consumidor. Cada local, si no asume el costo, podrá trasladar en la factura total ese valor.
De esta manera, si un cliente necesita 10 fundas, deberá pagar USD 1 por ellas. Este valor será registrado en la factura respectiva del local. El SRI transferirá los recursos al Ministerio de Finanzas y este a su vez al Ministerio del Ambiente para obras de mitigación.
En cuanto a las botellas, se entenderá que paguen el impuesto todas aquellas que sirven para envasar productos de consumo humano como bebidas, aceites, champú, etc. No estarán gravadas las botellas que sirven para envasar insumos para la agricultura. Tampoco se incluyen los envases de cosméticos, lubricantes, etc.
Si los productos son importados, el cobro del impuesto se realizará al momento de la nacionalización. Para desaduanizar los productos, el importador deberá cancelar dichas tasas. Con la medida, el Fisco espera recaudar USD 18 millones, por el impuesto a 900 millones de botellas.
Por ahora, la autoridad tributaria no contempla el impuesto para las tarrinas, platos plásticos y otros productos similares. “Pretendemos iniciar primero con fundas y botellas para crear una cultura ambiental en el país. A veces, nos olvidamos que la propia Constitución confiere derechos a la naturaleza y hay que respetarlos”, aseguró el Director del SRI.
Una información emitida por la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. revela que, aproximadamente, se consumen cada año en el mundo entre 500 billones y un trillón de fundas plásticas. “Menos del 1% de las fundas se recicla. Resulta más costoso reciclar una funda plástica que producir una nueva”.
Testimonios
Carlos Hernández /Flexiplas
‘Mayor producción de fundas biodegradables
En estos incrementos impositivos todo el mercado sufre. Evidentemente, el precio de las fundas plásticas subirá, porque aumentará el precio de los insumos. Sin embargo, eso volcará la producción a fundas biodegradables.
Mario Cargua /Comerciante
‘Nos tocará asumir el alza de las fundas’
Me va a tocar pagar más por el paquete de fundas, porque si les cobramos las fundas a los clientes, los perderemos. Entonces, como los clientes son inteligentes, verán en cuál de los negocios les dan la funda gratis e irán allá. La gente está acostumbrada a que los vendedores den gratis las fundas.
Martha Carrillo/Abastos Carmen
‘El cliente ve la funda como un regalo’
Estos impuestos son perjudiciales para los pequeños negocios como las tiendas. Los clientes, cuando vienen a comprar, no traen fundas. No pagan por la funda, sino que están acostumbrados a que, si llevan bastantes cosas, se les regale una para llevar.
Freddy Jácome /Gte. Publipan
‘Hay que ver más allá de lo económico’
En el mercado van a aparecer más actores, como nosotros, que ofrecemos fundas que cuidan el medioambiente.
Las nuestras son de papel elaborado con bagazo. Pero el efecto del impuesto, más allá de un tema económico, debe verse como un beneficio medioambiental para todos.