La pesca artesanal de Esmeraldas y Manabí siente los efectos por el desabastecimiento de gasolina que, hasta el viernes, elaboraba Gasolinas y Petróleos (Gaspetsa).
Los pescadores artesanales afectados de ambas provincias llegan a 3 400, quienes tienen una demanda diaria de 30 000 galones de combustible.La compañía Gaspetsa producía la gasolina, pero su contrato fue suspendido por Petrocomercial, a raíz de una denuncia de supuesta corrupción. Según la Secretaría de Transparencia, esa empresa tenía un conflicto de intereses, ya que tiene como accionistas a 628 trabajadores de la estatal Petroecuador. Entre ellos 104 de la Refinería de Esmeraldas y 23 del beaterio de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Hasta antes de la suspensión del contrato de Gaspetsa, el combustible destinado a la pesca artesanal lo mezclaba esa compañía. Para ello, mezclaba la nafta y el aceite que Petrocomercial le entregaba. Este proceso lo realizaban en sus instalaciones ubicadas en la vía Esmeraldas-Santo Domingo y por él que cobraba cinco centavos por cada galón.
Sin embargo, desde el lunes, la distribución de la gasolina resulta insuficiente para la actividad artesanal. Ayer, por ejemplo, ninguno de los tanqueros que la Refinería de Esmeradas usó para evitar el desabastecimiento llegó con combustible hasta el puerto donde están varadas las lanchas.
Una de las estaciones de servicio que quedó sin producto fue la de la Unión Provincial de Cooperativas de Pescadores (Uprocopes). Su administrador, Miguel García, dijo que desde ayer los reservorios están vacíos. Esta estación comercializa al día 9 900 galones, con un valor de 98 centavos por cada unidad.
La gasolinera de Uprocopes abastece a 125 socios; cada uno de ellos tiene 20 lanchas. A ellos se suman un centenar de pescadores independientes.
Uno de los socios de Uprocopes es Fernando Mero, de 64 años, de Jaramijó (Manabí). Él utiliza tres pomas de 12 galones, pero ayer no pudo llenarlas para cumplir con su faena diaria.
Otros afectados por la falta de combustibles son los bodegueros de camarón tipo pomada. Ellos se encargan de contratar lanchas para la pesca y para la distribución de combustible.
El bodeguero Aurelio Ortiz relató que al menos dos veces por semana usa siete pomas, cada una de ellas con 10 galones. En el puerto de Esmeraldas hay al menos 70 bodegas que comercializan camarón tipo pomada.
Una de las pocas gasolineras que ayer tuvo combustible fue la de Fabiola Jacho. La empresaria dijo que le entregaron un tanquero de un remanente que quedó en los reservorios de Gaspetsa. “Mañana (hoy) no sé si el combustible para los pescadores llegará”.
Otros 10 000 galones que dejaron de ser entregados por la firma suspendida son utilizados por las ocho estaciones que tiene la Federación Nacional de Pescadores (Fenapec). Sus gasolineras están ubicadas en las localidades de San Lorenzo, La Tola , Río Verde, Limones, Tonchigue, Suma, Muisne y Jama.
Ante el escenario de desabastecimiento en Esmeraldas y Manabí, Petrocomercial optó por mezclar en los propios tanqueros la nafta y el aceite.
Sin embargo, los ensayos que se hacen en la Refinería de Esmeraldas para mezclar las gasolinas todavía no dan resultados.
De forma extraoficial se conoció que otra alternativa que se maneja en la refinería es la mezcla directa en la productora de nafta.
Para esto, los tanqueros ya deben contener la parte correspondiente de aceite. Pero, el contratiempo para esta solución es que no hay una forma de medir el volumen de cada elemento para realizar la mezcla.
La última opción es que el combustible para los pescadores se transporte desde la refinería en La Libertad, en la provincia de Guayas. Pero para los pescadores y distribuidores esto acarrea otra serie de problemas, porque la producción desde ese lugar no abastece la demanda.