Aunque el ministro de Finanzas Patricio Rivera reiteró que el nuevo crédito obtenido de China por USD 1 000 millones no involucra pagos con petróleo ni garantía colateral, sí afirmó que se trató de “dos operaciones en paralelo”.
Según el funcionario, 36 000 barriles de petróleo serán vendidos a China a precios de mercado y “en ningún momento está atado al préstamo obtenido. Todo fue parte de la misma negociación”.
El pasado 27 de agosto, un Decreto Ejecutivo autorizó a Rivera a firmar un convenio con cuatro actores (Ministerio de Finanzas, Banco de Desarrollo de China, EP Petroecuador y Petrochina), destinado a financiar el Programa de Inversión Multisectorial para Infraestructura, dentro del Plan Anual de Inversiones y Manejo Presupuestario 2010-2011.
Y tal como se lo había establecido en una minuta de entendimiento del pasado 12 de junio, en la cual se especificaba que Ecuador venderá a China 36 000 barriles de petróleo diarios, se entendía que el préstamo venía condicionado. Sin embargo, Rivera volvió a aclarar que fueron dos negociaciones distintas en una.
En su habitual encuentro mensual con los medios de comunicación, el Ministro defendió la negociación con China, argumentando que hasta EE.UU. se nutre de este gigante económico. Además, descartó que se esté creando una burbuja de endeudamiento y que en algún momento pudiera estallar. “Si pido USD 100 000 y me farreo con mis amigos es una irresponsabilidad. Pero si esos USD 100 000 los utilizo en inversiones rentables ya es otra cosa”.
De ahí que dio prácticamente por hecho que de los USD 800 millones de libre disponibilidad (los otros USD 200 millones son para proyectos petroleros) se sacarán USD 300 millones que China exige como contrapartida para empezar los trabajos en la central Coca-Codo Sinclair.
Por último, se refirió al Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas. “Para nosotros es vital que el Presidente envíe el proyecto como económico urgente. Tenemos el tiempo justo para adaptar el nuevo mecanismo de manejo de las finanzas y no empezar cada año de cero”.
Entre los cambios que prevé este Código está el de ordenar todo el marco jurídico, la disminución de los trámites para el desembolso de dinero a los contratistas, la aplicación de un ciclo presupuestario que no esté sometido a los años fiscales, la utilización de la inversión pública no solo en prioridad sino en oportunidad, etc.
El proyecto será remitido a la Asamblea en los próximos días.