Francisco Palomeque, director de Recuperación Financiera del BCE, busca cobrar las deudas.
¿Por qué el Banco Central tiene problemas para recuperar la cartera de la banca cerrada y embargar los bienes a los morosos?
Se tiene ya toda la documentación de las deudas de los bancos cerrados, derechos fiduciarios, papeles y las acciones legales que se han realizado, pero que se han paralizado durante siete y ocho años. Pero la novedad que se encontró es que todos los juicios coactivos están frenados con recursos de excepción que han presentado los deudores. Eso impide embargar los bienes.
¿Y qué opciones tienen para seguir con el proceso?El 14 de diciembre pasado recibimos toda la documentación y procedimos a entregar a la Fiscalía para que nombrara los peritos, documentólogos y grafólogos para que revisaran y certificaran si son falsas o no las firmas de los pagarés, los cuales son los respaldos de los juicios.
¿Por qué se tiene que verificar las firmas de deudores?
Se encontró una parte de la deuda vencida respaldada en pagarés que están valorados en USD 500 millones y que pertenecen a 100 grandes deudores. Además, no se ha podido ejecutar porque tienen juicios de excepción que fueron presentados por los morosos hace más de cinco años.
Lo más sorprendente es que el argumento de los deudores es que la deuda ya prescribió o que las firmas son falsificadas. Por eso la Fiscalía tendrá que decidir si es falsa o no la firma. Con eso podremos continuar con el embargo.
¿Qué les preocupa ahora en este proceso?
Los morosos ya están alistando otros recursos para frenar la coactiva. Se trata de la casación y por eso se pide a los jueces que ya no alarguen más los procesos.
¿Cuáles son los procesos que temen que se estanquen y no se cobre?
Por ejemplo, está el caso de los pagarés de Carlos Pareja Cordero, que suman USD 27 millones, ya que fue garante solidario de la empresa Noboli. También se suma Bernardo Higgins, de La Portuguesa, que debe USD 33 millones. A eso se suman Juan José Pons con USD 84 millones, Vicente Arroba Ditto, Autosueco y otras.
Pero en la mayoría de casos, los deudores dicen que ya prescribió la deuda y que no pueden cobrarla.Ese es el principal argumento de muchos morosos, ya que no se les cobró la deuda en tres años y por eso quieren prescribirla.
Moralmente una deuda nunca prescribe. Y hay una Ley de Reordenamiento de Instituciones Financieras que dispone que ninguna deuda prescriba cuando se trate de una entidad financiera que esté en proceso de liquidación o cerrada. Eso tiene que definirlo el juez y ahí es donde está la preocupación de que se siga dilatando.
Entonces, ¿cuál es la estrategia que aplicarán?
Se espera la respuesta de la Fiscalía sobre la falsificación o no de las firmas. Con eso se podrán realizar los embargos. Lo que preocupa es cómo la justicia acelere o retrase las gestiones. Cuando el caso llega a las cortes de justicia se vuelven a entrampar y eso molesta a todos porque no se puede recuperara nada.
¿Cuál es el monto total de las deudas vencidas?
Eso se está revisando.