El negocio aéreo no despega en el aeropuerto de Latacunga

rmando prado/el comercio En el aeropuerto de Latacunga opera solo una compañía de carga.

rmando prado/el comercio En el aeropuerto de Latacunga opera solo una compañía de carga.

En el aeropuerto de Latacunga opera solo una compañía de carga. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO

Después de seis años de la remodelación del Aeropuerto Internacional de Cotopaxi, el negocio aéreo en esta terminal no repunta.

Entre el 2009 y el 2011 se hicieron obras para rehabilitar la infraestructura con el objetivo de bajar los precios de los servicios aéreos y, sobre todo, mejorar las condiciones de vuelo de pasajeros y exportadores de la zona.

La terminal se amplió y hoy tiene una capacidad para movilizar a 1 000 personas diarias, pero transporta 100 personas, según datos del aeropuerto, a cargo de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC).

Con la remodelación, la proyección era, además, movilizar desde la terminal 2 500 toneladas de carga mensuales al exterior, principalmente flores, según anunció en el 2011 el entonces viceministro de Producción, Mauricio Peña. Luego de seis años de eso se envía menos de la mitad de lo esperado: 1 178 toneladas al mes.

Para exportadores, la capacidad de almacenamiento aún es pequeña frente a la demanda. Otro problema es que no atrae a empresas de carga y consolidadoras.

El aeropuerto tiene un cuarto frío, con un área de 1 265 metros cuadrados para almacenar productos perecibles, básicamente flores. “Dadas esas condiciones” y a que hay una sola puerta por donde debe salir la mercadería hacia el avión el aeropuerto solo puede atender un vuelo a la vez, dijo Alejandro Martínez, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Flores del Ecuador (Expoflores).

Por ahora desde la terminal sale un vuelo de carga diario solo cuatro veces a la semana.

Esa operación está a cargo de la compañía aérea Cargolux.
Hay una empresa que recibe el producto desde las fincas, lo ingresa al cuarto frío y coloca la mercadería sobre palets. Otra empresa se encarga de transportar las flores empaquetadas hacia el avión.

Por el contrario, en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito se pueden atender siete aviones simultáneamente y hay cuartos fríos con un área de unos 10 000 metros cuadrados, capacidad para más de 15 000 toneladas, según explicó Álvaro Maldonado, secretario de Desarrollo Productivo del Municipio de Quito. Hay también al menos 22 empresas consolidadoras de carga. Además, en Quito existen 32 hangares para la inspección de seguridad de las cargas, mientras que en Latacunga hay ocho.

Según Martínez, el 95% de la carga aérea que se envía desde Quito son flores, lo que corresponde a unas 166 000 toneladas métricas.

La reciente decisión del Ministerio de Transporte y Obras Públicas de subir las tarifas para los vuelos de carga chárter en terminales concesionadas como la de Quito, de USD 400 a 20 000, generó expectativas.

Autoridades locales esperaban que esto impulse el negocio aéreo en Latacunga, que mantiene la tarifa de USD 400.

Si los vuelos aumentan, la empresa privada (cargueras) podría aumentar su logística e infraestructura.

Darwin Vallejo, administrador aeroportuario de Latacunga, explicó que la terminal brinda todos los servicios de cualquier terminal aérea internacional, pero de acuerdo con su capacidad. Y tiene las condiciones para adaptarse al movimiento: a medida
que salen los vuelos rápidamente puede ingresar nueva carga al proceso.

La rehabilitación, sostuvo, potenció a la terminal, ya que se hicieron bodegas, una nueva terminal de pasajeros para vuelos nacionales y extranjeros, hangar de carga de 3 600 metros cuadrados (cuarto frío y para carga seca), se asfaltó la pista antigua... “Se cuenta con los recursos suficientes para operar” y para ampliarse si fuera necesario, según señaló Vallejo.

Para el sector aeronáutico, la decisión de una carguera sobre dónde operar es un tema comercial que pasa por las casas matrices e incluso del cliente que compra la flor.

La floricultora Naranjo Roses Ecuador, ubicada en Lasso, está a 15 minutos del aeropuerto de Latacunga. Pero su producción se envía a través del aeropuerto de Quito, que está a una hora y media, por pedido de sus clientes, dijo Alexandra Sangucho, del Área Administrativa de esta empresa. Para tomar una decisión como esta, el comprador evalúa factores como la capacidad del aeropuerto, la seguridad y control aduanero y la logística, explicó Marco Subía, titular de la Asociación de Representantes de Líneas Aéreas.

“Lo que debe hacer la autoridad es visitar a los mayores compradores de flores y promocionar su aeropuerto (de Latacunga). Decirles que les va a costar menos los envíos, que su carga va a salir en menor tiempo y de forma segura. Lo mismo se debe hacer con las aerolíneas, pero en las casas matrices que son las que toman las decisiones”.

El sector productivo, en cambio, cree que la terminal debe concesionarse.

Alberto Salvador, extitular de la Cámara de Industriales de Latacunga e integrante del grupo de seguimiento por la remodelación de la terminal, cree que si bien la Dirección de Aviación Civil es una entidad respetable para el control aeronáutico no tiene capacidad para operar un aeropuerto de forma comercial.

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