‘Todo lo que quiero para Navidad es una cámara digital, un Elmo, un Wi y….”. Es muy fácil perder el enfoque durante la temporada navideña y, en lugar de concentrarse en el nacimiento de Jesús, pensar solo en regalos, fiestas, decoraciones…
Tenga en cuenta
Las decoraciones de Navidad pueden servir como momentos de enseñanza para los niños. Un árbol navideño puede ser una ilustración cautivadora de que Jesús es vida eterna. Las luces en él ilustran que Jesús es la luz del mundo.
Explique que las leyendas sobre Papá Noel (Santa Claus) están basadas en Nicolás, un ministro cristiano que existió realmente, que amaba a Dios y que daba generosamente ayuda a los pobres.
Incluya a su niño en la elaboración de decoraciones, comidas, regalos y tarjetas navideñas para miembros de la familia y amigos.
Explíqueles que la Navidad no es solo una fiesta para recibir sino también para dar.Si los adultos tenemos problemas en recordar el verdadero sentido de la celebración, imaginen qué difícil puede ser para los niños hacerlo. Pero los padres podemos y debemos ayudar a nuestros hijos a conocer el significado de la Navidad.
Para ello, es necesario que planifiquemos con anticipación actividades mediante las cuales reforzaremos en los chicos el conocimiento y cumplimiento de las tradiciones. Para los pequeños, el nacimiento de Jesús es un símbolo de alegría, celebración, pero, sobre todo, regalos.
Por meses se pasan pensando en qué pedir en Navidad, los padres entonces necesitan integrarlos a otras actividades dentro del entorno familiar y social. Se debe comenzar por informarles en detalle lo que ha significado para el mundo desde hace 2009 años la llegada del Niño Dios al humilde portal de Belén.
Para lograrlo, los padres pueden ayudarse de libros infantiles, películas, información especializada para niños. Juntos deben armar el nacimiento o pesebre, colocar las piezas, las casitas, los animalitos, los pastores, los ángeles, los reyes y la Virgen y San José. Se esperará, por cierto, la noche del 24 de diciembre para colocar al Niño Dios.
Deben, además, contarles sobre la novena que se reza durante los nueve días anteriores al nacimiento de Jesús. Se deben repasar las oraciones que deberán ser precisas, concisas, cortas y fáciles de comprender.
No hay niño a quien no le guste cantar; en familia se deben practicar los villancicos para incluirlos en el rezo de la Novena. Esta devoción permitirá a los niños conocer la historia de la llegada de Jesús al mundo, del portal de Belén, de la visita de los ángeles, los pastores y los reyes magos.
Uno de los momentos más emocionantes de estas festividades para los niños es la decoración del arbolito. Sin importar su edad, los pequeños disfrutan de la transformación de un simple árbol, con la ayuda de sus padres y hermanos mayores, en un luminoso arbolito decorado con adornos especiales y guirnaldas. Esta actividad, a más de ser muy divertida, ayuda a trabajar en familia lo cual es parte de las tradiciones.